Recuerdos nocturnos

7 1 0
                                    


Otra vez rondando como un fantasma en mi cabeza, adueñándote de mis horas de sueño nocturnas, sin pedir permiso.

Mi cerebro otra vez jugándome una mala pasada, dejando estas ojeras estrelladas como evidencia.

Horas y horas tratando de evitar lo casi inevitable.

Horas viendo las consecuencias de mis futuros actos. Llámalo ansiedad, adelanto, premonición, miedo o incluso cobardía.

A veces es preferible defraudarnos a nosotros mismos para no hacer sufrir a los demás.


Para leer con la luz apagadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora