Otra vez rondando como un fantasma en mi cabeza, adueñándote de mis horas de sueño nocturnas, sin pedir permiso.
Mi cerebro otra vez jugándome una mala pasada, dejando estas ojeras estrelladas como evidencia.
Horas y horas tratando de evitar lo casi inevitable.
Horas viendo las consecuencias de mis futuros actos. Llámalo ansiedad, adelanto, premonición, miedo o incluso cobardía.
A veces es preferible defraudarnos a nosotros mismos para no hacer sufrir a los demás.
ESTÁS LEYENDO
Para leer con la luz apagada
PoetrySerie de relatos y poesías, incluso pueden ser reflexiones sobre la vida desde mi punto de vista. Para leer con la luz apagada, porque muchas veces son cosas que se le callan al sol, pero que la luna escucha con paciencia y las estrellas las reciben...