Aria y Pablo son dos hermanos que viven en Santiago de Compostela, pero el trabajo de sus padres hará que se tengan que mudar a California.
¿Que ocurrirá cuando lleguen? Descúbrelo en LIFE
Creo que ya tengo todo preparado.Dos maletas con mi ropa, pues no la llevaré toda, allá compraré más, y cinco cajas llenas de fotos, trofeos, libros...
Aún no me creo que esta sea mi última vez en esta casa. Mi hermano cree que volveremos pronto pero estoy segura de estaremos durante un largo tiempo.
-¡Ya está el camión! - Grita mi madre.
Empiezo a bajar las escaleras pero, como soy tan torpe, caigo rodando por ellas. Una de las cajas que llevaba se abre y cayeron fotos nuestras, cojo una en la que estábamos todo el grupo y vuelvo a empezar a llorar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cerramos el camión y lo vemos marchar, cogemos nuestras maletas y nos dirigimos al aeropuerto, nuestros amigos nos esperarían allí.
En cuanto llegamos se tiran encima nuestra haciéndonos caer riéndonos, la gente nos mira mal pero me importa una mierda lo que ellos piensen de mí.
Voy despidiéndome de uno en uno.
-Aria voy a echarte muchísimo de menos, voy a echar de menos tu sonrisa burlona, tus chistes... - le dejo con la palabra en la boca a Alberto y lo abrazo fuerte.
Después voy a junto de Antía que no era capaz de decir nada, la abrazo y volvemos a empezar a llorar.
-En cuanto pueda iré para allí a verte, no me olvides, te voy a echar mucho de menos- me dice Sara llorando abrazada a mi.
Me quedo mirando a Jorge, quiero recordar todo de él, entonces el da el primer paso y me abraza.
-Te quiero muchísimo, por favor Aria, no me olvides nunca, te esperaré hasta que vuelvas - y a continuación me besa, es un beso dulce, lento, nos separamos para respirar y yo sigo llorando, pero esta vez más y entonces el me seca las lágrimas, ¡dios que dulce es!
Por último hacemos una piña entre todos llorando y despidiéndonos, aunque no será un adiós para siempre, o eso espero...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos dirigimos hacia el avión y cuando veo que mi asiento está separado de mi familia me puse a chillar, no solo por no estar con ellos sino que tengo a un gordo sudado a mi lado y tengo que pasar 10 horas a su lado, esto es muy frustrante.
No tengo nada en contra de el, pero es que no parece que me vaya a querer ayudar mientras que sube el avión, porque, tendré que pasar mas de doce horas en el avión y con un gran miedo a volar terrible.
-Mamá - le llamo.
-Dime cariño - dice mientras termina de guardar su mochila.
-Sabes que tengo mucho miedo a volar y me ponéis separada de vosotros - me quejo.
-Tranquila, siéntate con tu hermano mientras que yo me siento en tu sitio - dice.
-Gracias.
Busco a Pablo y cuando lo encuentro me siento junto a el.
-¡Aria! ¿No venía aquí mamá? - pregunta.
-Si, pero como yo estaba separada y tengo miedo... - digo.
-Bien, tranquila. No pasará nada - intenta calmarme y el avión empieza a despegar haciendo que agarre más fuerte su mano y el chilló del dolor.
