Capitulo tres “That Night”
El café de Nena esa noche estaba infestado de adolescentes. Una orden de donas por aquí o una por allá, adolescentes desde su rango social más alto o más bajo, esa noche no importaba, todos eran hermanos, se apoyaban los unos a otros, esa noche era la presentación de las seleccionadas, esa noche realmente era la noche que marcaba las vidas de unas cuentas y de todas por decirlo de alguna manera.
Era la noche.
Esa noche tenia turno doble atendiendo a los jóvenes no estaba allí realmente para hacer mi debut en sociedad, no, simplemente era puro trabajo para mi, mi plan era simple; mantener un perfil bajo, no levantar la mirada, no dejar que nadie viera quien era, tomar la orden mirando a mis converse y retirarme. Todo había ido conforme a mi plan, unos Frappes para la mesa cinco, tres Expresos para la seis. Cosas simples y sin complicaciones. Pan comido.
Y con eso en mente creía que después de las diez iba a irme a casa a descansar pero al parecer no sabía de lo que estaba hablando.
Un aire gélido entro en el café haciendo que los alardes de todos allí solo quedaran en susurros, un estremecimiento recorrió mi cuerpo desde la punta de mi dedo pequeño del pie hasta la última punta de mi cabello. Y entonces lo supe.
El show había comenzado.
Danielle, la nueva asistente que Nena había contratado recientemente entro por las puertas dobles de la cocina.
-“Creo que hoy será una buena noche para las propinas Rose”- me miro directamente a los ojos y vi que brillaba en sus ojos la chispa de la esperanza. Danielle era una chica joven de veintidós años que tenía un hijo de dos años y podía entender que ese dinero significaba algo de esperanza que era algo de comida, algo de ropa y algo que podría llevarle a su hijo a casa. Y lo entendía porque yo también ocupaba esa esperanza, es decir; aquel dinero extra. Propinas.
-“Creo que será una buena noche, Dan”- asegure brindándole una sonrisa genuina aunque en ningún momento pensé que fuera realmente una buena noche, aquella noche.
Tenía un mal presentimiento.
Una sonrisa se dibujo en sus labios –“Te buscan en la mesa ocho, Rosse”- dijo antes de retirarse y salir por las puertas.
Trague en seco y aun así sabiendo que me moría de miedo por dentro enderece mis hombros y Salí por la puerta, con la mirada puesta en mis converse negras me dirigí directamente a la mesa ocho sin hacer realmente contacto visual con otra persona. Quería escabullirme.
Un par de ojos color chocolate me recibieron en la mesa, puse mi mejor sonrisa.
-“Bienvenidos sean al café de Nena, ¿En qué puedo servirle?”-pregunte mirando mis block de notas una vez más. Sentía sus ojos sobre mí como si tratara de calificarme y juzgarme de alguna manera.
Era un hombre mayor probablemente poseedor de unos treinta y cinco años, su cabello era un negro intenso, su piel era morena y tenía un cuerpo fornido, probablemente por años haciendo ejercicio. Pero me encogí de hombros realmente no sabía quién era y especialmente que quería.
-“¿Rossebelle Ryder?”- pregunto con una voz áspero y dura.
-“Si, Señor”- dije sin atreverme a preguntarle que quería.
-“Soy el Comandante Hayes, Señorita Ryder, había escuchado mucho hablar de usted, probablemente usted no había escuchado antes de mi pero ya ve como son las cosas”-declaro una vez más secamente.
-“Discúlpeme señor por no saber quién es usted pero ¿Eh de saber quién es?”-pregunte sin entender adonde quería llegar. Hayes. El apellido me sonaba.
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FASTER
ParanormalRossebelle Ryder es un chica normal que siempre a pasado sin ser notada por sus padres, por su maestros y por los chicos de su escuela. Pero inesperadamente una persona temida y respetada por todos regresa de su aislamiento. Y no solomente regresa p...