Mi plan era muy sutil y asi lo fue, pues pude escapar por fin de aquel espantoso lugar, y bueno tenia dinero ahorrado como para vivir por 2 años y poder ir al colegio, si tenia bastante dinero, mi sueño siempre habia sido poder ir a la universidad y ganar mucho dinero, y este era mi ultimo año, asi que iria al colegio, lo pagaria yo misma, y saldria adelante, sin dejar de lado, el deseo de vengarme de Jhon Monroe, el idiota que me violo.
-Señorita, ¿A donde la llevo? - Pregunto el taxista.
- Al Hotel Madison, en la 5ta con 45 - No me demore mucho en llegar, no mas de 45 minutos contando el trafico, cuando llegue me instale, y asi fueron pasando los dias, dentro de una semana estaria de regreso en el colegio, dispuesta a terminarlo y ser profesional, pero necesitaba un trabajo, y en el periodico decia que estaban contratando personas en la empresa Kennedy, necesitaban secretarias, y bueno, Marie, mi madre trabajaba en ello, asi que me enseño y por supuesto que ya tengo experiencia, ¿O que? ¿De donde creen que obtuve el dinero?
A la mañana siguente, me levante, me bañe, y me vesti, tenia la ropa que me habia robado ayer de aquel centro mental, y bueno era bastante bonita, un vestido elegante y unos zapatos no de tacon pero si formales, al menos robe bien, tome un poco de dinero y me dirigi a la empresa Kennedy, era una constructora, y una fundacion que ayuda a los niños sin hogar, a los huerfanos, algo que un dia fui y sigo siendo, pero bueno es una empresa muy conocida y que obtiene mucho dinero, segun lo que se, y me pagarian muy bien.
-Buenos dias - Dije a una señorita rubia, alta y delgada, parecia una barbie que se encontraba detras del mostrador.
-Buenos dias, ¿En que te ayudo, tienes cita?
- Vengo por el trabajo que ustedes estan ofreciendo - Depronto esa rubia se fue y se hizo al lado de Edward, el dueño de la empresa, alto, con buen cuerpo, cabello ruloso, y negro, ojos color azul, con una mandibula y unas facciones bien definidas, sonrisa sexy y coqueta, y bueno era el hombre perfecto, pero innalcanzable, y entonces me miro, por alguna razon se vio sorprendido pero volvio a su mirada y sonrisa encantadora, y de pronto me hablo.
- Buenos dias señorita..
-Sky.. Sky Monroe, mucho gusto señor Kennedy.
- Buenos dias señorita Monroe - Dijo pronunciando mi voz, muy despacio, casi como si lo estuviera saboreando y de repente me hizo una propuesta que me dejo impactada.