Era el último mes del año, Alfredo y yo cumpliríamos medio año de noviazgo. Nuestra relación había mejorado notoriamente después de aquel problema y de lo que hablamos después de eso, así que le compré un regalo, éste regalo no era porque cumplíamos seis meses. Era un regalo especial, o por lo menos para mí lo era. Se lo compré porque había sido un buen novio, prometió cambiar y dar lo máximo para mejorar nuestra relación y lo hizo, además estaba de viaje y simplemente me acordé de él. Ha pasado tiempo y sigo sin darle el regalo. Soy bastante penosa para eso.
Bueno, ese no era el punto. El punto es que después de tanto tiempo sin vernos, por fin pudimos reencontrarnos. Faltaban muy pocos días para que el año terminara el año y conseguí que mi abuelo me dejara salir.
Llegué al lugar en que me había citado y se veía tan lindo, no lo podía creer. Ese era mi chico, tenía tantas ganas de verlo, lo extrañaba tanto. Parecía un sueño.
Estuvimos sentados en una banca por un rato, tenía tantas ganas de besarlo, pero ambos éramos demasiado penosos como para comernos a besos en un parque, así que sólo entrelazamos nuestras manos y estuvimos platicando. Notaba que él por momentos, sostenía mi mano con más fuerza, apretándola, creo que yo hacía lo mismo, pero lo hacía porque quería que ese momento no acabara nunca, quería que nuestras manos estuvieran entrelazadas para siempre y que él estuviera para siempre a mi lado.
lamentablemente mi tiempo se acababa, debía llegar temprano a casa, de lo contrario no me dejarían salir más. Él me dejó cerca de donde vivía, nos despedimos con un beso y ambos fuimos a nuestras casas.
Cuando llegué a casa, mi abuelo y yo comenzamos a charlar sobre la escuela en la que estaba. Le dije que no estaba feliz yendo ahí, y que tanto los maestros, como los alumnos eran malos. Yo quería ir a otra escuela. Tenía la esperanza de convencerlo de que me cambiara de escuela. Yo no estaba dispuesta a soportar más humillaciones de las chicas y chicos de ahí. Mi abuelo dijo que lo pensaría.
Se hizo de noche y mi abuelo tocó la puerta de mi habitación, lo hice pasar y me dijo que ya había tomado una decisión, sí me cambiaría de escuela.
Estuve despierta toda la noche y parte de la madrugada. Sólo me puse a recordar que esa misma tarde lo había visto, era lo único en lo que podía pensar. El recuerdo pasaba por mi mente una y otra vez. Fue increíble volver a verlo.
Me preguntaba cuándo lo volvería a ver.
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El encuentro con mi otro yo.
Romance¿Qué pasa cuando eres crush de tu crush? ¿Cómo reaccionas cuando te das cuenta de que una persona es exactamente como tú? Ésta es la historia de Gabriela, la chica que encontró a su otro yo en versión masculina. (basada en hechos reales). Gracias po...