Llegó el momento de entrar a mi nueva escuela. Para mi desgracia no quedé en el mismo grupo que Alfredo, en mi grupo sólo había chicos, a veces me sentía incómoda por eso.
El primer día tenía la esperanza de verlo, ya que ese día era nuestro aniversario, nuestro primer año juntos. Lo busqué por todas partes y no lo encontré. Lo ví al día siguiente y hablábamos de cambiarnos de grupo para estar juntos, hice el intento y me dijeron que debía esperar hasta el siguiente semestre. Bueno, por lo menos podíamos vernos diario en los recesos.
Cuando él faltaba me sentía tan sola, estaba completamente sola en esa escuela, pude juntarme con los chicos de mi grupo, sé que no me hubieran rechazado en su grupo de amigos, pero aún así prefería estar sola cuando él no estaba.
Cuando había festivales, nos salíamos temprano y pasábamos más tiempo juntos. Me encantaba estar con él, era lo mejor del mundo.
Al convivir más con él, me di cuenta de que de él amaba cosas que odiaba en los demás. Me había enamorado hasta de sus más mínimos defectos.
Y no hay mucho que contar. Así pasaron 6 meses, llegó el día de salir de vacaciones, por lo tanto no lo vería hasta volver a clases. El último día me regaló un unicornio de peluche, es el unicornio más precioso que he visto, me encanta, porque además de que es muy lindo, me lo regaló él y eso tiene un gran significado para mí.
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El encuentro con mi otro yo.
Romance¿Qué pasa cuando eres crush de tu crush? ¿Cómo reaccionas cuando te das cuenta de que una persona es exactamente como tú? Ésta es la historia de Gabriela, la chica que encontró a su otro yo en versión masculina. (basada en hechos reales). Gracias po...