Los dos enamorados se encontraban esta vez bajo las bellas luces del árbol navideño, comiendo algunas golosinas mientras John reía como un imbécil por algún chiste malísimo que uno de sus amigos había contado.
Karkat se mostraba indiferente, y algo confundido, con respecto a la festividad humana, pues en realidad no terminaba de entenderla. Por menso, digo, no parecía ser el único, puesto que sus otros amigos trolls se sentían de la misma manera, con respecto a la confusión, pero al contrario de él, parecía agradarles la idea y las decoraciones.
Karkat: John.
Llamó a su perrito faldero.
John: ¿Sí?
La sonrisa de su cara boba no desaparecía por nada esa noche, un poco espeluznante, pensaba el cáncer.
Karkat: ¿Por qué los regalos van debajo del árbol?
John: ¡Karkat, ya te lo expliqué!
Exclamó Hueverto, cansado de tener que repetirle toda la tradición una y otra vez.
Karkat: Es que no tiene ninguna puta lógica, a menos que sea para esconderlos, que tampoco la tiene mucho, sería un pésimo escondite porque pueden verse incluso con las putas ramas cubriendolos.
John: No hay por qué esconderlos y no lo sé, así son las cosas de nuestra "tradición humana". ¡Y no empieces de nuevo con Santa y la chimenea!
El chaparro ya lo tenía hasta los Egberts con sus dudas sobre el gordo barbudo.
Karkat: Esta tradición no tiene ni una puta lógica, ni dos, ni tres, ninguna.
John: No se supone que la tenga, pero me alegra que te la estés pasando de maravilla.
Era un niño feliz disfrutando de su feliz navidad, no podía enojarse con esa cosita gris.
Karkat: Jódete.
Le decía con claramente mucho amor navideño.
John: ¿Sabes qué sí te gustará?
Dijo cual puta complaciente.
Karkat: ¿Tu ridícula cara en ese ridículo pastel?
Respondió con aún más amor, por supuesto.
John: El muérdago.
Brillante idea, besar a la perra la hará callarse.
Karkat: ¿Besarte bajo un pedazo de mierda?
John: No es un pedazo de mierda...
Dijo defendiendo al pedazo de mierda.
Se quedaron viendo por quizá un minuto sin decir nada, vaya que eso era mucho más espeluznante que la eterna sonrisa de John, pensaban los otros.
Karkat: Bien.
John: ¿Bien?
Habíamos llegado a la parte donde al Grinch le crece el corazón y su amor por la navidad aparece con todo y mamada.
Karkat: ¡Está bien!
El lindo, bello John, tomó a su pareja rápidamente de la mano, levantándolo de donde se encontraba sentado y llevándolo hacia el muérdago, donde posteriormente le dedicaría un enorme y fugoso beso navideño.
Y aquí termina este muy corto capítulo de mierda sin mucho chiste, hice esto ayer para desearles una muy feliz navidad pero apenas lo publiqué hoy, que es navidad así que....en fin... ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
A propósito, podrán notar que también lo escribí distinto a los anteriores, pero supongo que eso lo hace más especial ¿a que sí? B) es su regalito. Aunque quizá los demás los escriba igual, me gusta más.
No actualizaré esto seguido, porque había pensado finalizar el fanfic, pero como voy a seguir escribiendo historias cortas johnkat pendejas cuando se me pegue la gana, lo dejaré abierto para hacerlo en capítulos siguientes, quizá después le haga un final decentón. Eso sí, espero no volver a tardarme meses, sin nada más que decir, espero hayan pasado una excelente navidad y tengan un excelente año nuevo.