La vida de un adolecente de 16 años es complicada. Una de las etapas más difíciles de la vida, especialmente si vives en una familia tradicional británica en los Estados Unidos, con 3 hermanos mayores. A veces puede ser todo un infierno, si, los hermanos mayores están ahí para hacerte la vida imposible, pero... lo es aún más cuando eres el único que no cuadra en la familia, la oveja negra, como muchos lo llaman. Ese papel le sentaba de maravilla.
- ¡Alfred baja a comer, llegaras tarde! – un llamado desde el comedor de la casa lo hizo despertarse por fin luego de cinco veces que su medre le pedía que bajara a desayunar y que la ignoraba por completo tapándose completamente con las cobijas de su cama intentando permanecer calentito por mas tiempo. Fuera de su casa ya comenzaba a nevar, y salir de su cama al frio invernal era fatal. Pero el hambre era mas, su barriga ya comenzaba a rugir por algo de alimento. Busco su celular y al encenderlo miro el mensaje del horóscopo mensual que tenía... no era que el creyera en ese tipo de cosas ni nada por el estilo, pelo se le hacía entretenido ver la nota que cada mes aparecía.
"El invierno puede ser una buena temporada para iniciar algo nuevas relaciones"
Extraño... como siempre. Apago el celular y se levantó dando un bostezo y comenzó a ponerse el uniforme para el colegio con pereza, usando la camisa mal abotonada, corbata chueca y encima su típica chaqueta con el numero 50 tatuado en su espalda. Así como estaba se colocó sus lentes y arreglo un poco su cabello para bajar al comedor de la casa, encontrando ahí a sus padres y a su hermano mayor, desayunando tranquilamente.
-Buenos días Al- saludo el mayor de todos, un hombre pelirrojo, de ojos verdes. Su característica que más resaltaba eran sus gruesas cejas y su corta barba, su rostro estaba marcado por la edad, a pesar de que para tener 48 años se mantenía joven aún, y en forma.
-Buenos días sweetheart- sonrió una mujer de ojos verde esmeralda como los de su marido, cabellos largos y ondulados hasta la cintura y rasgos finos. Su madre era una mujer hermosa, a pesar de que al igual que su padre las cejas gruesas resaltaban sus ojos y ya tendría 45 años dentro de poco. La mujer se acerco a darle un pequeño beso en la mejilla antes de regresar a la cocina por algo de té.
-Hello mom, dad, Scott- murmuro aun somnoliento, recibiendo solo un asentimiento de ambos pelirrojos que leían el periódico, eran casi idénticos en todo lo que hacían, casi siempre. Sus ojos pasearon por el lugar en busca de alguno de sus hermanos por allí, fijándose en que la casa ya estaba repleta de decoraciones navideñas por las fiestas que se acercaban, pero no había rastro alguno de una cabeza rubia o pelirroja.
-Tus hermanos ya se fueron al colegio, como te levantaste tarde los scones se acabaron, pero aun te puedo preparar una taza de té- oh god, una sensación de alivio lo recorrió al escuchar las palabras de su madre, la amaba, pero la comida inglesa era de lo peor en todo el maldito mundo... no le gustaba y se negaba a comerla pese a las constantes quejas de su madre diciendo el típico "Cuando eras pequeño si te gustaba" y el té... por todos los dioses, ya estaba harto de él, casi todos los días lo tomaban, no solo una vez, si no 3 veces, ¡3 malditas veces! era ridículo.
-No, gracias, tomare un café en el colegio- se excusó con una sonrisa nerviosa, intentando irse de su casa lo más rápido posible al notar que su madre fruncía el ceño y se cruzaba de brazos.
-Uy- se burló Scott del momento en el que sus padres miraron al menor de los hermanos con decepción en sus ojos ante sus palabras. El café era algo que en su casa estaba casi prohibido, por no decir que estaba vetado. Y hasta ahora no entendía porque, pero de seguro era una de las típicas excusas de que "eso no es algo que un caballero debe tomar" o "ese tipo de bebidas no son buenas para tu salud". Excusas que solo a su familia se le podían ocurrir y que lo hacían jalarse los cabellos con frustración.
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Winter Hall
Fiksi PenggemarEl invierno puede ser una buena temporada para iniciar nuevas relaciones. Claro que eso no significaba descubrir de un dia para el otro que las personas que te criaron no fueron tus padres y que "accidentalmente" fuiste cambiado al nacer y otro chic...