Narra Jahas
Estaba durmiendo profundamente cuando escucho un estruendo. Un jarrón se estrella contra una pared y el estruendo viene seguido de un grito que es claramente femenino y que maldice algo que no puedo comprender, pues estoy demasiado dormida todavía.
El monstruo que me ha despertado se acerca al salón, y cuando estoy segura de que está a punto de atacarme suelta otro grito que esta vez si logro entender.
-Mierda, mierda, Jahas, lo siento, no sabía que tenías compañía.
-¿Elisabeth? -musito con los ojos entreabiertos a causa de la luz que me daña las retinas -¿Eres tú?
-Claro que soy yo. -Al fin puedo verla y realmente habría preferido seguir con los ojos cerrados, pues la imagen que me transmite es la de una chica que tiene todo el maquillaje corrido, incluyendo el de los labios, el pelo enredado hasta más no poder y la ropa mal colocada. -Oye, siento haber despertado a tu cita.
Al momento en que lo dice me sorprendo, ¿cita? ¿qué cita?, pero lo comprendo todo cuando miro a mi lado y me encuentro con Dean Ambrose abrazándome mientras me mira con evidente diversión.
-No era una cita -digo mientras me separo de él y lo miro con disgusto -¿qué haces todavía aquí?
-Me he quedado dormido, ¿no es evidente?
Yo ruedo los ojos y paso de él para concentrarme en mi amiga que tiene pintas de haberlo pasado muy mal, o muy bien, dependiendo de como se mire.
-Y tu, ¿qué te ha pasado? Pareces una yonki.
-Cállate, te he visto a ti mucho peor. -Al decir esto mira hacia Dean, por lo que comprendo que no quiere contármelo delante de él, así que, sin mediar palabra lo agarro del brazo y lo saco al rellano para posteriormente cerrarle la puerta en la cara.
-Por lo menos déjame coger mi chaqueta. -Grita él.
Entonces regreso al salón, cojo la chaqueta, abro la puerta, le tiro la chaqueta y vuelvo a cerrar la puerta.
-Ahora si, ¿qué te ha pasado?
-Es culpa de Dolph. -Dice ella con evidente enfado.
Yo me sorprendo, porque hasta el momento siempre había sido al revés, siempre era ella la que acababa teniendo la culpa en sus riñas de pareja y él siempre se lo perdonaba todo.
-¿Seguro?
-¿Me estás llamando mentirosa? -Dice con enfado mal disimulado.
-No, pero es que esto es raro, me cuesta creer que él te haya echo daño intencionadamente.
-Pues lo ha echo -me mira ofendida y prosigue -es un maldito, y además, se supone que tú eres mi amiga, así que no deberías defenderlo tanto.
-Ya, ya -ruedo los ojos -¿qué ha pasado?
Ella se sienta en el sofá que anteriormente ocupábamos el rubito y yo. Ante ese pensamiento no puedo hacer otra cosa más que sonreir, la verdad es que es bastante mono...
-A ver como empiezo...
-Por el principio. -Sugiero yo.
Ella me da una mirada matadora y prosigue.
-Ayer tuve una cita con Dolph, ya lo sabes, entonces fui a su casa y él me preparó una cena romántica, luego nos fuimos a la cama y cuando estábamos en medio del asunto... ya sabes, me llamó Vanessa.
-¿Qué? ¿Vanessa? -dije no pudiendo creérmelo.
-Vanessa. Y eso no es lo peor, no intentó siquiera excusarse, solo agachó la mirada mientras yo me iba echa una furia. -Dice ella echándose a llorar. -Y lo peor es que quiero a ese idiota.
-Tranquila, Eli... -Digo yo mientras intento consolarla. -Seguro que mañana viene a pedirte perdón.
-¿Tu crres? -Dice mirándome esperanzada, lo que pasa es que no estoy tan segura de lo que estoy diciendo.
-Claro, vete a dormir, ya verás como mañana lo ves todo más claro.
Ella me hace caso sin decir nada más y la veo desaparecer por la puerta, en ese instante me acuesto en el sofá y miro al techo con los ojos abiertos. Solo espero que el idiota se disculpe o lo mato.
Narra Dean
Me quedo mirando a la puerta un par de segundos sin dar crédito a lo que acaba de pasar: una chica me ha echado de su casa de mala manera y esta vez no me lo merecía.
Cuando reacciono decido irme a mi casa.
Al llegar compruebo que no hay nadie, lo que es extraño, pensé que Gia estaría ya en casa, entonces voy a su habitación, quizás está dormida... Al llegar a su puerta, cerrada una mala sensación me embarga, por lo que abro rápidamente la puerta y me encuentro con algo para lo que no estaba preparado: Giannina, mi pequeña prima está inconsciente en su alfombra rodeada de un charco de sangre que mana de sus muñecas, las cuales están aparentemente cortadas por una navaja que sostiene su mano.
Rápidamente corro a su lado y compruebo que tenga pulso, gracias a Dios no he llegado tarde y unos pequeños latidos pueden percibirse bajo mis dedos. Está viva. Sin perder ni un segundo más cojo mi móvil del bolsillo de mi chaqueta y enseguida veo que tengo 15 llamadas perdidas suyas. De inmediato me siento culpable, si hubiese visto las llamadas antes quizás ella estaría bien.
Llamo rápidamente al 911 y en seguida pido una ambulancia, solo rezo porque llegue a tiempo, o no sé de qué sería capaz.
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Voy a acabar esta novela, cuésteme lo que me cueste. No me pregunteis qué me ha echo tomar esta determinación después de haber dicho que la iba a borrar porque ni yo misma lo sé.
Ah, y os digo que ya se viene todo el salseo.
No juro ni prometo que vaya a actualizar pronto porque a estas alturas casi parece que eso haya perdido validez, así que solo os digo que ya he empezado a escribir el próximo capítulo.
Kisses de Adi.
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Dos almas heridas
FanfictionAmor, drama, dos almas que tendrán que encontrarse para sanar... todo esto y más compone esta novela. Novela de Dean Ambrose.