Capítulo 3.

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Era noche, se oían los grillos y algunas veces se oían a los perros ladrar. Estaba viendo algunos videos en mi computadora mientras me ponía la pijama, me amarre el pelo en una coleta y suspire, agarre la computadora y me senté en mi cama, un ruido extraño me hizo levantar la mirada para ver mi cuarto, nada, típico. Volví a lo mío aunque sentía que mi cuarto se ponía más frío, no le di importancia así que deje la computadora a un lado y fui al baño, cuando hice todo lo que tenía que hacer, volví a mi cuarto pero algo había cambiado, no sabía que pero lo sentía, camine mientras veía todo, cuando apenas me di cuenta supe que mi computadora no estaba. Gruñí y la busque por todo mi cuarto, no estaba por ningún lado y sólo maldije en voz baja.

—¿Buscabas esto?.— Otra voz en mi cuarto me hizo dar un brinco a un lado, mire a todos lados hasta que mi mirada se topó con esos ojos rojos, no supe cómo era él pues estaba justo en una esquina donde la luz no da muy bien, extendió su mano donde tenía la computadora, pase saliva y la tome aunque de un abrir y cerrar de ojos ya estaba cerca de él, una de sus manos estaba en mi cintura mientras la otra estaba en mi mentón.— A decir verdad, eres muy linda.

Temblaba, mi respiración como mi corazón estaban agitados, sólo veía sus ojos rojos hasta que me aleje, caí al suelo mientras no apartaba la mirada, dio unos pasos al frente dejando ver todo lo que era. Era como un tipo ¿duende? No lo sé, eso parecía, lo examine rápido con la mirada y me aleje aún en el suelo, iba a gritar pero no podía, el miedo me lo impedía. Me levante como pude y saque rápido las caderas, se las mostré.

—Son...Son tuyas ¿no es así?.— Las cadenas temblaban por mi mano, él sonrió y asintió: Levantó sus manos las cuales tenían cadenas, sentía que me iba a desmayar ahí mismo.— ¿Cuál...Cuál es tu nombre?.

Soltó una risita y puso sus manos atrás de su espalda, camino por mi cuarto mientras que no dejaba de verlo.

—Ben, Ben Drowned.— Se detuvo y me miró de reojo, ahora entiendo: Esos mensajes eran de él, creo que me puse pálida por el miedo que tenía haciendo que tropezara aunque llegue a sujetarme de la pared para no caer, se me acercó y sus pasos eran seguros, estaba cerca muy cerca: Cerré un poco mis ojos ya que pensaba que algo malo iba a hacer pero no hizo nada, abrí un ojo y lo mire, tenía una ceja arqueada.— ¿Qué te pasa?.

—Tu...Tu no vas a...— Tartamudeaba, posiblemente no me entendía nada pero así hable aunque no pude terminar lo último ya que él lo dijo, de otra forma.

—Creo qué quieres decir: "¿Tu no vas a matarme?" Y te diré: Aún no lo sé.— Sonrió y solo temblé más, caí al suelo de rodillas y puse mi mano en mi frente ¿en serio un Creepypasta estaba enfrente de mi? De seguro es un sueño pues nunca lo llame.— Wow, tranquila (T/N).

—¡¿Cómo sabes mi nombre?!.— Lo mire y logre levantarme por segunda vez, me acerqué molesta a él y este puso una expresión de seriedad donde trate de hacer lo mismo pero tenía miedo.

—Por favor, soy Ben Drowned. Yo lo sé todo.— Murmuró sonriendo y apuntó la computadora.— Sólo vi tu información ahí, también use el teléfono para ver más de ti.

—Eres como un hacker...— Lo mire y él solo me miraba con cara de no entender lo que decía, tome aire y lo deje salir.

—Eh, sí, supongo.— Se encogió de hombros y miro mi cuarto, tal vez se enfadaría si le digo que debe irse ya.— Interesante lugar, tal vez venga varios días.

—¿Ah? ¿Disculpa?.— Pestañee confusa y lo tome del brazo jalándolo de su ropa, puso su mirada en mi.— No vas a venir de nuevo, debes irte ya. Ve a hacer tus cosas de hacker o algo así.

Lo empecé a empujar leve hacia la computadora donde este no se movía ni hacia nada, se hizo a un lado y caí al suelo, me levanto y tomo mi mentón haciendo que lo mirara fijamente a los ojos, tomó aire y sonrío en una forma algo forzada, se notaba: Esperaba que no se enojara demasiado conmigo.

—Primero: Tu no me mandas. Segundo: Vendré aquí cuantas veces quiera. Tercero: Debes tratarme con respeto.— Di un salto leve y empezó a flotar, pestañee varias veces y pase mi mano por debajo de él varias veces.— No es magia, estoy flotando de verdad, (T/N).

No dije nada más y sólo me metí en las sabanas de la cama, me tape y empecé a pensar el por qué ¡¿Por qué está aquí?! Jamás lo llame ¿eso ya lo mencioné, cierto? ¡Diablos! Ya no se lo que digo, se irá, tranquila. Escuchaba como abría unos cajones y cerré a la fuerza mis ojos, empecé a quedarme dormida hasta que ya no oí nada más.

Hacker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora