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¿No les ha pasado alguna vez, que llega a sus vidas una personita especial, a quién habían esperado por tanto tiempo encontrar para por fin sentir por vivencia propia maripositas en el estómago y las pulsaciones fuertes del corazón, que incontables veces se ha expresado en las películas y los libros?

Pues a Miku no. Y no lo esperaba ni por si acaso. Porque ella ya podía sentir todas esas sensaciones, expuestas anteriormente, cuando veía a dos chicos en cercanías relativamente sospechosas.

Ella era el prototipo de chica fujoshi.

No es que toda chica puesta en ese concepto se cerrase por su sola afición a tener pareja. Pero la pelito turquesa se sentía cómoda estando sola. Ni se preocupaba por ello. Si llegaba alguien a su vida, llegaba. No era algo imprescindible. De momento, ella era feliz con su yaoi.

Era precisamente esa afición suya la que le motivaba para asistir al colegio. Porque, ¿para qué ir con cinismos? A ningún niño o adolescente le atraía ir al colegio para cumplir con el buen sentido estudiantil y seguir horarios bien estructurados y organizados marcados con un timbre al igual como los empleados de fábrica. No. Todos, además de acudir por obligación social y demanda de los progenitores, se buscaban alguna motivación (consciente o inconscientemente) para hacerse el trabajo más fácil. Ya sea por los amigos, la comida, arrancar de la familia, o shippear homosexualidad como en el caso de la señorita Hatsune. Todo sirve. Cualquier motivación es buena.

Miku tenía la suerte de que en su colegio, dentro de los cursos mayores, se diera más allá de alguna interesante instancia entre varones. No era extraño de repente ver que los inviduos masculinos, entre amigos, se abrazasen o se diesen alguna efusiva palmadita en el trasero. Era un trato de amigos, claramente; pero aún así ella se permitía fantasear con ello. Incluso había algún que otro gay oficial. Tenía mucho pa' la vista. Mucho con qué regocijarse.

Sin embargo, habían dos chicos en particular, amigos suyos, que la hacían hiperventilar espontáneamente cada vez que algún ligero trato entre ellos de calurosa amistad aparecía, estimulando su creatividad. Ya tenía definido al seme y al uke. Incluso había ingeniado un nombre exclusivo para la shipp: ¡KaiLen! "Kai" por el nombre del activo, "Len" por el nombre del pasivo. Podría decirse que era su otepé en vivo. Así de fascinada estaba. Aquellos dos tipos tenían un no 'no sé qué' que la incitaba a emparejarlos.

¿El inconveniente? Ambos se declaraban típicamente heterosexuales.

El "pasivo", un mocoso de catorce años, tenía por hobbie coquetearle a ella y a algunas cuantas otras chiquillas del colegio. Mientras que el "activo", de unos recientes dieciocho, parecía interesado por Meiko Sakine, una muchacha que cursaba el último año igual que él; compañeros de curso.

Todo ello se interponía desalentadoramente con sus deseos de fujoshi.

Pero la realidad no era cosa suficiente para bloquear su extravagante e intrépida imaginación. Además, era algo inevitable con ciertas instancias que se daban entre ambos chicos.

De vez en cuando, cuando se percataban de que ella los observaba, sacaban su "lado homosexual" a flote sólo para jugar con ella. Porque como amigos suyos, conocían sus gustos, y verla babear, hiperventilar y tornarse completamente roja les divertía, les parecía graciosa. Entonces, ella se transformaba en algo así como una especie de atracción turística, al menos, por unos cuantos segundos, para luego acabar el show, separarse, retomar sus actitudes normales, reírse y decirle "Era broma", "Jamás podríamos hacer mierdas como ésta", "Tú sabes que no estamos ni ahí con los hombres", cosa que a ella la hacía bajar de la nube y volver tristemente al mundo tangible. Pero, de todas formas, les agradecía el fanservice.

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Digamos que... esto es un Prólogo. (¿?)

La historia se me ocurrió por algunas experiencias que viví en mi calidad de shippeadora de gays con dos compañeros de curso. Pero, para mi no tan buena suerte, ellos no eran fletos (gays). Sólo jugaban. ;c Y a mí que me hubiera gustado verlos juntos. 737

Sayo ~ ♡

PODER FUJOSHI | KAILen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora