Capiyolo 5

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Antes de que leáis este capítulo, queremos  aclarar que no somos racistas ni nada por el estilo, son simples bromas.

Y tenemos amigos de otros colores de pieles(?

 Comencemos:

—El primer partido va a empezar, vamos— avisa Ōtsubo

—Seirin y Tōō, ¿no?— pregunta Miyaji llevándose las manos detrás de la cabeza.

—Sí— confirma el entrenador.

Todo el equipo, incluidas las managers, siguen a Nakatani hacia las gradas para ver el primer partido. Por suerte, es temprano y no hay mucha gente, lo que permitió que todo el equipo se pudiese sentar en una misma fila, la que está más cerca de la cancha.

El partido estaba por comenzar, los jugadores ya estaban en la cancha preparados para jugar cuando una estruendosa risa proveniente del asiento al lado de entrenador Nakatani los desconcentró de la cancha. La risa provenía de un señor de pelo corto castaño claro, se reía con los ojos cerrados por lo que desconocemos su color de ojos, traje blanco, camisa granate y una cadena dorada en su cuello.

—Eres tan ruidoso como siempre, Tora—  todo el equipo se quedó sorprendido al saber que su entrenador conoce a ese señor, ya que le llamó por su nombre.

El señor paró de reír y abrió los ojos, dejando al descubierto sus orbes de un color más castaño más oscuro que el de su cabello. Éste, al reconocer a la persona de su izquierda, se sorprendió.—Mabo.

—No pensé que nos veríamos aquí— dice Nakatani sin mostrar emoción alguna al volver a ver al que llamó Tora.

—Hola, cuanto tiempo, Mabo— dice mientras ríe dándole palmaditas en el hombro a Nakatani.

—Por favor, no me llames Mabo frente a mis jugadores.

Mabo...— Pensaron sorprendidos Ōtsubo y Miyaji mirando a su entrenador.

¿Se conocen?— se pregunta mentalmente Kimura mirando de reojo a Nakatani con una ceja arqueada.

Lo llamaré así la próxima vez— piensa Takao seguido de una risa disimulada.

Hanashi o shimashou

Aceptado

Yo pensaba que Nakatani-San no tenía amigos.

Yo también

...

...

...

¿Solo querías decirme eso?

Sí.

Owari?

Aceptado

—Bueno, ¿qué haces aquí, Tora?— le pregunta el mayor de ambos adultos.

—¿Eh?— le pregunta confundido el castaño— Bueno, ya sabes... Vine a ver jugar a mis estudiantes.

Nakatani al comprender a quienes se refería se sorprendió—¿Seirin?

—Sí— le responde—. Aunque solo les enseñé durante un mes.

—Tora, ¿ya no entrenas?

—¿Eh? Hazme el favor. No puedo enseñarle a nadie— su tono alegre cambia a uno algo más serio—. Además, no hay necesidad. Después de todo... tienen a mi querida hija. Ya los convirtió en mi clase de equipo. Tuvimos poco tiempo juntos, pero les enseñé lo que quería. Estoy satisfecho con ver ahora... cómo esos niños abren un camino a su futuro.

Polos OpuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora