Un día con Mario. Pt. 1 (Corta).
______'s Point of view.
En la mañana me levanté igual que siempre: de mala gana. Porque pues quien despierta con toda la actitud, feliz de la vida, esto no es una película. No despiertas con el cabello perfectamente peinado, el aliento perfecto. Nada de eso. Despiertas con el cabello enredado, llena de baba en la cara, tu aliento huele a mierda y para variar el maldito rayo del sol en la cara.
Tome un atuendo ligero ya que hacía algo de calor:

Tome mi toalla y entre al gigantesco baño en mi habitación

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Tome mi toalla y entre al gigantesco baño en mi habitación. Hoy era domingo así que no tenía mucha prisa. Abrí el grifo de la bañera y espere a que se llenara. Mientras tanto tome mi celular y tenía un mensaje de Mario.
Hey! Qué tal ____, te gustaría ir a pasear para que conozcas un poco mejor Colombia?
A lo que yo respondí.
Qué tal Mario. Me encantaria. ¿A qué hora y en donde nos vemos?
Después de un minuto respondió.
A las 3. Yo paso por ti. Villalobos me ha pasado tu dirección anoche.
Yo respondí:
Perfecto. Te veo.
Al no recibir respuesta de su parte entre a Instagram. Me pasé por un par de publicaciones y revise las notificaciones que tenía. Escuché que un poco de agua se había tirado y de inmediato cerré el grifo. Me quite la ropa y entre a la bañera. Tome el reproductor y puse un poco de música. Para ser más exacta "Earned it" de The weekend. Amaba esa canción. Podía escucharla mil veces y jamás me hartaría.
El agua en mi cuerpo se sentía de maravilla y la espuma provocada por el shampoo se sentía aún mejor. La bañera era alta así que el agua podía tapar mis hombros. Eran las 9:30 a.m. Y dure alrededor de una hora en la bañera. Salí de esta y deje que el agua fuera expulsada por el tapón que había en el fondo. Después entre a la ducha y comencé a tallar mi cabello y después mi cuerpo. Salí e inicie a vestirme. Después tome la secadora y comencé a trabajar en mi cabello. Me maquille naturalmente y salí del baño hacia el cuarto de lavado para poner la toalla en la secadora nueva que mamá había comprado. Después de un rato fui a la cocina y vi el reloj colgando de la pared.
1:30 p.m.
Había una nota más en el refrigerador.
_______:
Estaré una semana fuera. Me han surgido cosas del trabajo y debo resolverlas. Perdón por no despedirme pero se me hizo tarde. Puedes tomar dinero del cajón derecho de mi habitación. Toma todo lo que necesites. Te amo.
Atte: mamá.

Suspiré y abrí la puerta del refrigerador para poder ver que había. Sorprendentemente no había nada y las nauseas se apoderaron de mi estómago. Todo dio vueltas y sentí mis piernas flaquear. Me detuve de la barra para no caer y puse toda la fuerza posible para poder sostenerme. Camine con cuidado hasta una silla y me deje caer en está lastimando mi rodilla con el metal de la barra. Cerré mis ojos por un instante y recupere la fuerza en mis piernas. Abrí los ojos pero al instante los volví a cerrar con fuerza pues seguía mareada.
Después de 5 minutos el sentimiento de malestar había desaparecido y pude abrir los ojos y levantarme. Seguramente fue porque aún no había comido nada. Encontré una manzana, la lave y empecé a comerla.
Al instante me sentí mejor.
Camine a la sala y me senté y encendí el televisor. Estaba saliendo una noticia sobre Pink Floyd diciendo que estarían en el Zócalo de la Ciudad de México dando un concierto gratis. Maldije por dentro y sabía que Alexis iría.
Cambie de canal, ya saben, para no sufrir por mi desgracia.
Vi el otro reloj ubicado en la pared arriba del televisor y eran ya las 2:00 p.m.
Fui a la cocina a tirar el resto de la manzana, era como la mitad porque nunca e podido terminarlas. O me dan asco, o lleno o lo que sea.
Fui a lavarme los dientes y me dirijo a la habitación de mamá. Tome un poco de dinero y lo puse en mi bolso. Baje y entre de nuevo a la sala. Estaba saliendo una película de mis favoritas, era "The Maze Runner".
La película iba por la mitad y escuche como tocaban la puerta. Fui a abrirla aún distraída por la película.
Al llegar abrí y era Mario.
-Hola hermosa.- dijo él. Solté un tipo de risita.
-Hola.- dije sin más.
-Eh llegado y vengo con un amigo.- dijo y se volteó señalando al auto en frente de nosotros.
Era JuanPa. El levanto su mano saludándome y yo le imite.
-Vamos a mi casa por algo que olvide.- dijo.
-Okay. Déjame traer mi bolso.- dije y fui por mi bolso, regrese y me dispuse a salir pero Mario me tomo de la muñeca algo brusco. Voltee a verlo desconcertada.
-¿Qué pasa?- dijo con el ceño fruncido a lo cual yo me desconcerté más.-¿Por qué estás tan pálida? ¿Te sientes bien?.-
-Si, si me siento bien. ¿Por qué?- dije mintiendo.
-Es solo que... Estás muy pálida. Y tienes unas ojeras gigantescas.- dijo acercando su rostro aún más a mí.
-Me siento bien. Solo me sentí un poco mareada hace un rato.- le dije.
Me observó por un momento y después relajo su rostro.
-Esta bien. Si te llegas a sentir mal, lo más mínimo que sea, solo dime. Okay?- dijo preocupado y yo solo asentí.
Tome las llaves del estante a un lado de la puerta y salimos. Cerré y me aseguré que si lo hice bien. Mario tomó mi mano y entrelazo nuestros dedos. Caminamos hasta el auto.
-Yo voy atrás.-dije y me solté de su agarre para abrir la puerta.
-Claro.- dijo sonriente y abrió la puerta para mí.
-Gracias.- dije agradeciéndole.
-Caballeros, nos dicen. ¿Cierto Mario?- dijo JuanPa.
-Cierto.- replicó Mario y reímos levemente.
Mario camino dando la vuelta al auto hasta quedar al lado del copiloto. JuanPa puso en marcha el auto y fuimos a la casa de Mario.
~•~
Aquí un capítulo más. (Después de 10 mil años.)
Espero lo disfruten y quiero agradecer por los 1K leídos.

Mariostian (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora