Espresso

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H.S:

Estaba en mi cama, comodo y tranquilo, hasta que me levante de golpe, ¿que hacía en mi cama? Si no mal recuerdo estaba en la sala de estar, ¿cuando había llegado a mi cama?. Mire el pequeño reloj que se encontraba encima de la cómoda, 02:34 Am.

Era demasiado tarde, me gire en busca de calor pero solo me tope con las frias sabanas y una espacio vacío junto a mi lado. ¿Donde esta Yoongi?
Me comentó que visitaría a su familia ese mismo día pero ya era demasiado tarde para que no regresara aún.

Busque mi móvil entre las colchas y las almohadas, lo encontré y busque el contacto titulado "Amor", ese era el número de Yoongi. La línea sonaba y sonaba hasta que me redireccionaba al buzón de voz. Yoongi tenía su telefono apagado o tal vez descargado.

Me levanté y fui directo a la cocina, me serví una taza de café, más exacto un espresso para que el sueño se desvaneciera y así poder aguantar la espera hasta que Yoongi llegase a casa.

Durante la espera una infinidad de pensamientos me atormentaron, entre ellos que a Yoongi le hubiese ocurrido algo, un accidente, un asalto, algo.

Mi corazón estaba echo una pequeña bolsa dentro de mi, estaba inquieto y nervioso, a la vez preocupado.

Pasaban las horas y no había ninguna señal de que Yoongi volviese.






Y.G:

Salí del interior de Jimin, luego de haberme corrido, su pecho subía y bajaba, yo estaba echo un asco, lleno de sudor y rabia, definitivamente no había disfrutado esta basura en lo más mínimo, me lancé al lado de jimin en la cama dura y mal oliente, tenía colonia pero era un asqueroso aroma frutal, sólo me causaba nauseas y que mi dolor de cabeza aumentara.

-Woah...Yoongi si que te sabes mover para ser tan delgado, juré que te  desmayarias al sólo correrte- soltó una irritante risita el enano a mi lado.

-Cállate y déjame dormir- le dije dándome la vuelta y cubriendome con las sabanas sucias.

-¿Siempre eres así de amargado al terminar de tener sexo?-

~~

-Yoongi, te amo- susurró en mi oido- te amo demasiado

-Y yo a ti Hoseok mucho más de lo que puedo decir, el haberte conocido es lo mejor que me pudo haber ocurrido en esta vida, no te alejes jamas de mi- le dije acurrucandolo entre mis brazos.

-Y tu de mi tampoco, quiero que jamás olvides que si algo llegase a ocurrir, debemos apoyarnos en el otro y no distanciarnos a pesar de todo lo feo o malo que nos puedan decir o hacer, si me amas yo siempre estaré aquí para ti y nunca te dejaré,  jamás lo hare, Min Yoongi-

-Te voy a amar siempre así que siempre vamos a estar juntos, Jung Hoseok- dije besando nuevamente esos suaves labios que tanto amaba y deseaba.

~~

Me desperté desorbitado y sin saber donde me hallaba, pero al girar mi rostro a la izquierda me di cuenta de donde me encontraba y recordé todo lo que había hecho. Jimin aún dormía tranquilamente, ahora llevaba una polera que le quedaba gigante para su enano torso.

Me levanté y comencé a vestirme, de un momento a otro comencé a sentir náuseas y la asquerosa sensación cuando todo se devuelve y te pone boca abajo, corrí al baño y vomité.
El líquido era café, ¿porque había vomitado aquello?. Observé por el rabillo como Jimin se había asomado a verme, me pregunto sí me encontraba bien a lo que solo le respondi con un Si.

Me limpié y salí de allí sin siquiera despedirme del pelinaranja.

Mi corazón estaba echo mierda, mi cuerpo también, mi mente era un desastre y cometí la peor cagada que pude hacer en mi puta vida.

Acababa de engañar al hombre que amaba con alguien que apenas me miraba y solo insinuaba estupideces sin sentido a mi lado, un estupido arrebato de mi parte me había jodido gran parte de mi vida.

Llegué a la puerta de la casa, agotado y con ganas de solo morir, ya no merecía estar al lado de Hoseok ni tampoco merecía que mi madre estuviese en ese estado, lo mejor sería que yo desapareciera y así dejar de cagarla como lo estaba haciendo.

Al entrar me encontré con varias tazas en la mesa de centro y oía sollozos provenientes del baño, la puerta estaba entreabierta y la luz estaba encendida, al abrirla pude ver a Hoseok arrodillado en el piso, llorando.

Se volteó y pude ver sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar, su nariz estaba demasiado roja y la tenia herida de tanto sonarse. Estaba frío cuando lo toque con la yema de mis dedos, a penas me acerqué, él se lanzó a mis brazos llorando con más ganas.

-¿Do..donde mierda estabas?- se aferro más a mi- ¿porque no llegabas?, ¡Yoongi contestame!- las lágrimas caían como una cascada de sus ojos.

-Perdóname, lo...lo siento tanto Hobi..yo..-me detuve, ¿debería decirle? Lo abracé fuertemente entre mis brazos- fui un idiota, mi celular se estropeo y mi mamá esta enferma así que tuve que ir al hospital y me dormí por el cansancio, perdóname- ya realmente no sabia porque pedía perdón, si lo pedía por lo que le hice o por haberle mentido o por todas las cagadas que me he mandado.

-No me vuelvas a hacer esto-

-Te prometo que no lo volveré a hacer, amor- susurre en su oido.

Tome a Hoseok en brazos y lo lleve hasta nuestra habitación, lo dejé en la cama y le avise que me ducharía, lo hice rápido pero con fuerza, en un intento de borrar los besos que Jimin dejó en mi cuerpo o su aroma, quería borrar todo rastro de mi error.

Volví a la habitación y Hoseok me esperaba con la cama hecha, me metí dentro a su lado y al instante lo abrace nuevamente,  necesitaba saber que el aún seguía ahí, a mi lado, apesar de mis errores, que aún me amaba.

Te necesitaba más que nunca y ahí estabas, entre mis brazos con una leve sonrisa y tus ojos cerrados, y al fin dormías tranquilamente.

Café Amargo |Yoonseok|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora