Terrón de azúcar

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Eran pasadas las doce de la noche, la cena ya estaba fría y Hoseok seguía esperanzado creyendo en las palabras de su Hyung, que le había confirmado que llegaría antes de las diez para su cena de aniversario y le había comentado sobre una pequeña sorpresa que le tenia al menor, cada minuto más era tortuoso para Hoseok que quería que el rubio llegase pronto y así disfrutar de su simple compañía. Cualquiera se hubiese ido a dormir, cabreado por tener un novio irresponsable e insensible que se le ocurría justo faltar a la cena de aniversario, pero Jung Hoseok no era cualquiera, desde el momento en que le entregó su corazón y su cuerpo al mayor, le entregó toda la confianza y respeto, porque respetaba a la persona que amaba y eso no lo hacían todos, esperó y esperó hasta que sintió el ruido de la puerta del pequeño departamento abriéndose, instintivamente se levantó y se encaminó a la entrada encontrándose con un Yoongi totalmente desarmado, su camisa estaba desabotonada, su chaqueta amarrada a la cintura y el cabello despeinado además de un extraño aroma que emanaba el mayor. Pero Hoseok confiaba por eso nunca dudo, el mayor era un amor con él, siempre lo mimaba, lo escuchaba y apoyaba en todo, nadie se hubiese esperado que todo aquel hombre ideal fuese una farsa.

El menor se abalanzó sobre el rubio y le beso la mejilla, este correspondió aquel abrazo y se hundió en el hueco entre el cuello y el hombro del castaño. Yoongi inhalaba el aroma de Hoseok como si fuese aquella la ultima vez que lo vería y deseaba impregnar esa exquisita y tranquilizadora fragancia en todo su ser, el menor por su parte sentía un olor distinto al que caracterizaba a su hombre, este era más dulce e insoportable, el castaño sabía que el rubio odiaba las colonias y perfumes dulces, este prefería los aromas sobrios y moderados, no uno que le causase dolor de cabeza.

-¿Como te ha ido hoy, mi amor? - preguntó el castaño.

-Bien, pero estoy agotado, hoy uno de mis colegas se aperfumo casi encima mío y me dejo hediondo a su horrenda colonia barata y cuando tome el bus esté venía lleno así que espere uno más vacío y se me paso mucho tiempo así que tomé un taxi y este se topó justo con la colisión por un accidente que había más adelante- el mayor esbozo lo que sería un puchero con el ceño levemente fruncido, causándole ternura al menor- pero ahora que llegué al fin a casa y estoy con mi hermoso y lindo Seokkie, todas estas horribles cosas son irrelevantes, porque tú me das tranquilidad- besó los labios del menor con una sonrisa sincera para luego tomar al muchacho por las caderas e impulsarlo en los aires, Hoseok solo se aferró más al cuello blanquecino del mayor mientras soltaba leves risitas, Yoongi lo llevó en esa pose hasta llegar al sofa que había en la pequeña sala de descanso, sentó a Hoseok y el se quedo de pie mientras observaba con atención al menor.

-La cena se enfrió, iré a calentarla- el castaño se levanto del sillón pero al dar un solo paso una mano tomo su muñeca, volviéndolo a sentar.

-Tengo algo que decirte- susurró el mayor

-¿Ocurre algo?- preguntó inquieto el menor.

Yoongi estaba nervioso y ansioso, ambas sensaciones lo carcomian pero aún así prosiguió con su cometido, lentamente se fue agachando hasta quedar a la altura del menor un poco mas abajo de él, arrodillado. Seria poco decir que Hoseok tenía los ojos fuera de su órbita, las pequeñas dos esferas estaban a punto de salirse de sus cuencas anticipando lo que se supone que venía.

Yoongi lucia algo avergonzado pero a la vez  decidido, un paso.

-Uhmh- se aclaró la garganta el rubio- Tsk....J-jung.....-el mayor se quedó callado por unos instantes hasta que un chasquido de lengua espanto al menor y este soltó sorpresivamente- Hoseok casate conmigo.

Así no era como ninguno de los dos se lo esperaba, lo que el mayor había dicho sonaba más a una orden que a una propuesta pero de todas formas Hoseok desbordando  de alegría respondió con un entusiasta: Claro que sí.

Ambos abrazados sobre la alfombra burdeo de la sala de estar sellaron lo que sería su primer paso a la verdadera felicidad... o eso era lo que se planeaba.

Café Amargo |Yoonseok|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora