Capítulo 25

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POV CAMILA

El camino a casa de Lauren ha sido un poco largo, tardamos al menos una hora, el señor conductor es una hombre agradable y converso con nosotras sobre algunas anécdotas locas con pasajeros, por fin estacionó en un impresionante edificio de lujo, bajamos del auto y Lauren saca las maletas.

Lauren: Gracias por todo, señor Diego –ella le paga y él le da su tarjeta.

Diego: Llame cuando necesite un taxi, espero que tengan una bonita noche, son una linda pareja –Lauren y yo nos miramos.

--No, nosotras o somos pareja—él arquea su ceja.

Diego: ¿No?, disculpen, creí que lo eran, tienen esa chispa que es difícil de ver con personas que son solo amigos, de igual manera, espero tengan buena noche, hasta luego—sube a su auto.

Lauren: Hasta luego –saca sus llaves y toma las maletas para comenzar a caminar hacia el edificio.

--Debo decir que no te das para nada una mala vida—ella solo ríe.

Lauren: Gracias a las acciones que tengo con la empresa de mi madre, aunque me gaste una fortuna la cuenta solo aumenta, dono mucho a la caridad, pero no veo porque tendría que vivir mal—se encoje de hombros.

Entramos en el edificio y una hermosa chica recibe a Lauren con una sonrisa.

Lauren: Hey Claudia, ¿qué tal?

Claudia: Lauren, que bueno que has vuelto, ¿cómo estuvo el viaje?

Lauren: Excelente –me mira—ella es Camila, una amiga, se quedará conmigo durante mi estancia.

--Un gusto—la chica sonríe.

Claudia: Un gusto, señorita Camila, espero le agrade estar de visita, llamaré al elevador por ustedes—ella camina y aprieta un botón, subimos cuando llega el ascensor.

--¿En qué piso vives? –la tensión de los ascensores se hace presente y quiero evitarlo.

Lauren: En el último, piso treinta, te encantará la vista –sonríe—me muero por llegar, pediremos pizza y algunos dulces, ya por hoy no vamos a ir a la tienda, puedes dormir si estás muy cansada, debo ver a alguien al dejar las cosas en el departamento.

--Está bien, no estoy tan cansada, tengo mucha hambre –sonríe.

Lauren: Es raro que no lo tengas, Camz, me impresiona que tu cuerpo siga siendo tan ardiente, debes hacer mucho ejercicio –me sonrojo un poco.

--Lo mismo digo –sonreímos cuando se abren las puertas del ascensor.

Salimos y caminamos hacia la izquierda.

--¿Cuántos departamentos hay por piso?

Lauren: Dos, son muy grandes.

--Deben ser muy costosos también.

Lauren: Sí –dice mientras abre la puerta y escuchamos unas explosiones de confeti.

XX: ¡TITA LOREN! –un pequeño niño con el cabello largo de color castaño claro corre hacia nosotras y se lanza a los brazos de Lauren.

Lauren: Hey –lo abraza fuerte y da vueltas con él—pequeño, ¿cómo estás?, vaya que sorpresa tan genial—lo llena de besos haciendo al pequeño reír, ¿acaso se puede morir de ternura?, estoy por descubrirlo.

XX: Yaaa, ¡basta! –la abraza fuerte—te extañé muto.

Lauren: Yo también te extrañé, Fer—mira a la chica hermosa que tenemos en frente y la abraza fuerte con el niño en brazos—los extrañé.

Estoy en la puerta del departamento de Lauren, donde la recibe un pequeño niño y una hermosa chica, ¿Lauren tiene un hijo?, siento un dolor en el pecho y en estómago, creo que voy a vomitar o a desmayarme, ¿qué es esto?, no entiendo nada.

Al separarse voltean hacia mí.

Lauren: Fernando, Marien, ella es Camila Cabello, se quedará unos días conmigo –besa al niño y lo pone en el piso—Camila, ven, pasa.

Camino hacia donde ellos y el pequeño se esconde en las piernas de Lauren, tiene los ojos azules como su madre, es muy lindo.

--¿Tienes un hijo? –arqueo mi ceja y Lauren niega con la cabeza.

Marien: Es mi hijo, Lauren es su madrina –se cruza de brazos y me mira con cara de querer matarme.

Lauren: Me alegra mucho de esta sorpresa –acaricia el cabello del pequeño.

Fernando: ¡Te tajimos pastel! –reímos, él es adorable, voltea a mirarme—eles muy bonita.

Me agacho para quedar a su altura y sonrío.

--¿Eso crees? –asiente—soy amiga de tu tita, me llamo Camila.

Fernando: ¿Quieles sel mi amiga? –se sonroja.

--Claro que sí, pero solo si me das un gran abrazo.

Fernando: ¡Ti! –me abraza fuerte, reímos y sale corriendo con su mamá –mami, mami, la chica bonita es mi amiga.

Marien: Sí, cariño—ella nos mira a mí y a Lauren--¿Por qué no van y toman una ducha?, el viaje tuvo que ser agotador.

Lauren: Sí, le mostraré la habitación a Camila, ¿podrías pedir unas pizzas, papas y algunas otras cosas?

Marien: Claro, ve a cambiarte.

Lauren toma mis maletas y me hace un gesto con la cabeza.

Lauren: Vamos, te mostraré tu habitación.

Caminamos por un hermoso pasillo, Lauren abre una puerta y deja mis cosas en un sofá.

--Wow, es una hermosa habitación.

Lauren: Gracias, en esta puerta está el baño –señala la puerta que está al lado derecho de la televisión—en la otra puerta hay un armario para tus cosas –se sienta en la cama y me mira—sé que tienes preguntas sobre Marien y Fer, pero te explicaré apenas ellos se vayan a su departamento, ¿te parece bien?

--Sí, necesito que expliques porque esto es raro.

Lauren: Toma una ducha, ponte cómoda, puedes ver tele o acompañarnos en la cocina, te prometo que te daré un recorrido, pero ahora debo atender a Fer y a su mamá –sonríe y se levanta para caminar hacia la puerta–estás en tu casa, Camila.

Camino hacia la cama, me acuesto de espaldas y suspiro, es muy cómoda.

--Definitivamente quisiera que fuera mi casa, Lauren—susurro antes de cerrar los ojos.


La Promesa 2 - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora