Notas de un Escritor

10 1 0
                                    

2

Mi niña, soy yo, el poeta que en una tarde de abril se encontró con tu sonrisa, y fue tan grande la conmoción, que todos mis demonios se unieron en busca de ti, la cueva que siempre fue oscura, se iluminó esa tarde,  y las jaulas, donde estaba cautivo el amor y la vida, se abrieron, y inundaron con paz, armonía y brillo, un cuerpo echado a la tiniebla, a unos ojos sin profundidad, y a una sonrisa apagada.

Mi niña, eres tu, la que una tarde de abril paso frente a mi, y encendió mi alma con un fuego que jamas se apaga, y consumió todos mis defectos, mis heridas,   me rescato, si mi niña, eres tu, la que una tarde de abril,  le dio vida a mi vida.

3

     La carta de un poeta

Señorita, mi presente es para informarle que el día 16 febrero, usted paso frente a mi, con una sonrisa intacta, pura, y fue Tanta la conmoción, que me urgió la idea de saber el procedente de la misma. También necesitaba confirma si en verdad era bella, y recurrí revisar los diferentes tipos de ángulos dónde yo la pueda ver. En marzo, viaje al nevado de ruiz, y no tuve necesidad de buscar el ángulo indicado para verla, porque con solo alzar mi mirada pude encontrar tu sonrisa. El 6 de mayo, tuve la fortuna de viajar a París, cuando logre estar en la cima de la Torre Eiffel, tu sonrisa como faro luz me indico que en verdad es bella.
En junio, decidí hablarte, y después de presentarme ante tu amiga, de la amiga y tu mejor amiga, pude llegar a ti, pude descubrir que esa sonrisa solo era una pieza fundamental del resto de tu belleza.
En julio, después de tocar tu mano, de hundirme en tus brazos,  de perderme en tu voz,  descubrir que no podía alejarme de ti. Es raro,  que no me sorprendiera al conocerte, aunque fueras tal cual como la soñe, ya que antes de conocerte, ya te describía, ya te soñaba, ya imaginaba una parte de ti a mi lado. Pido que no alla mal interpretación del texto, pero es que aun no se que me pasa. Y es que usted sonrie, tan alegremente que enamora todo lo que cruce contigo.

Lo admito, he pasado de ser cazador a ser presa, caí en la red de tus ojos, y aunque pueda darme al escapé, no puedo  alejarme de ti, es un como imán que me  obliga bajo una fuerza siniestra, a  pensarla,.preocuparme, aprenderla. Señorita no se que tenga sus ojos, no se que tenga sonrisa,.no se que tenga su voz. Solo se que no puedo alejarme de.usted, que no puedo darme lujo de dejar de verla, escucharla.

Señorita, no quiero que vea esto como una declaración de amor, pero si quiero que lo vea  como un informe,  ya que solo le informó, a través esta carta, que usted me tiene loco.

Muchas gracias por la atención.

Atentamente, el poeta

4
La vi a ella, y mi torpeza se hizo más abundante, mis dedos bailoteaban por los nervios, y mi boca, enredada cual si fuera cafetera vieja, sus ojos penetrantes, se posaron frente a los mios,
Y una chispa de llama intensa de su mirada, cayó sobre mi, encendió mi hoguera, le dio vida aquellas cenizas de amor, odio deseo, que se había poseído de mi.

Su boca roja, sus labios gruesos, me llevaban a la luna, viajaba por las distintas constelaciones, sentia como el aire, se corta en mi mano.
Pero en momento menos esperado, sale a sonar su vos, y acompaña, mi nombre, como puede, sonar tan hermoso mi nombre, en la voz de ella.
Yo, ya era suyo, mi corazón se había vuelto una bomba a presión, mi manos claras, se habían puesto frías,  pálidas, temblorosas, mi mente, se había puesto en blanco, quería correr, huir, pero hubo una fuerza que me detenía,
Era ella, con su apariencia de seguridad, con su torpeza fina, estaba poniendo en jaque, el corazón del poeta.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Notas de un EscritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora