Capitulo 1. "Más que nunca"

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Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
¿Deberia levantarme ya? No...De seguro es mi imaginación. Pero no, el sexto pitido de mi alarma me confirma que debo despertar.

-¡LEAH, ARRIBA QUE LLEGAS TARDE!- Grita mi madre al otro lado de la puerta.

-¡YA VOY, NO ESTES GRITANDO!

-¡NO TE ESTOY GRITANDO! -Rodé los ojos divertida, buen inicio de clases.

-¡SI LO ESTAS HACIENDO!- Dije mientras me levantaba y ponia mis pantuflas con forma de Chango en mis pies.

-¡QUE NO, YA LEVANTATE O SI NO...!- Fue interrumpida por una grave voz.

-Ya callense las dos.- Sip, con ustedes, mi padre.- Si siguen asi las dejare con mi hermana en Ohio durante las vacaciones navideñas.

Fruncí el ceño y salí. Mamá tenía la licuadora en brazos y lo veía mal, y papá la veía divertido pero serio.

-No te atreverías.- Dije viendolo seria.-Si haces eso huiré del pais con Christine.

Me vio divertido y luego soltó una carcajada, provocando que frunciera más mi ceño.

-No eres capaz de huir junto a Christine, mucho menos ahora que estas por cursar tu último año de secundaria.

Rayos. Tenia razón, aparte de que huir junto a mi hermana probablemente sería una de las peores ideas que tendría en cualquier momento.

-Touché.- Dije para darles la espalda y dirigirme al baño.

Me despojé de mis ropas y las doble pues solamente las habia utilizado para dormir y no estarían sucias.

Wow, mi último año de secundaria, siempre habia pensado en como sería pero lo veía muy lejos, en ese momento en el que estaba empezando me sentía realmente nerviosa.

Nuevos alumnos, nuevos maestros, nueva directora, cambio de horario...Era una pesadilla, pero como siempre, Leah Collins sobreviviría a ello...O bueno, lo intentaría.

Me habia hecho el propósito de disfrutar al máximo este último año, a mis amigos, eventos escolares e incluso a los profesores.

Termine de bañarme y enrolle mi cuerpo en mi toalla y mi cabello con una que había en el lavabo. Me vestí con unos jeans azules, una blusa color blanco holgada y mis CONVERSE del mismo color.

Me miré al espejo, ¿que haría con mi cabello? Los primeros años siempre iba con una trenza o agarrado en una cola de caballo, pero este año seria diferente, cepillé mi cabello y lo deje suelto, hice dos trenzas a los costados de mi cabeza y los uní atras en mi nuca simulando una coronita, era muy simple pero me veía diferente y eso mi hacia feliz.

- Ya esta listo el desayuno, werita.- Sonreí. Volteé y ahi estaba la mujer que me dio la vida, con su bata de dormir y un chongo mal hecho.

-Estoy nerviosa.- Dije frotando mis manos y me acerqué a ella mientras me tomaba de las mejillas.

-Lo sé, pero tu confía, todo saldrá bien, solo tienes que esforzarte...Ya es tu último año y debes aprovecharlo al máximo, wuuuuu.- Canturreó levantando los brazos provocando que riera.

-Gracias.- Dije abrazandola.

-No hay de que.- Acarició mi mejilla-, ahora ve a desayunar o tu padre se comerá tu desayuno.

Abrí los ojos como platos y salí corriendo en dirección a la cocina donde estaba papá manoseando mis tostada con mantequilla.

-Ni se te ocurra.- Dije y se puso una mano en el pecho mostrando que lo asusté. Solté una risita.

Sobreviviendo al Último AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora