Capítulo 2

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Estaba sentada en un banco al lado de uno de los numerosos árboles que se encontraban en el campus, cuando sentí unas manos en mis ojos, impidiéndome ver.

-¿Quién soy?

Sonreí al escuchar su voz e intenté zafarme de sus manos, pero fue imposible.

-James, o me sueltas o te muerdo.

-¿Me estás amenazando?- preguntó retirando las manos y dejándome ver su cara de disgusto.

-Sí.

Se sentó a mi lado y aproveché para robarle una patata frita de la bolsa que llevaba en las manos.

-¡Oye! Era mía.

-Si quieres te la devuelvo, pero no creo que esté muy rica.

-Eres asquerosa. 

-Aún así me quieres- me reí mientras cogía otra patata.

-Claro... Coge más...

-Gracias, pero no quiero- me miró mal-. Bueno, ¿qué tal tu día?

-Bien- sonrió un tanto ¿avergonzado? 

-Estás rojo, ¿qué pasó?

-Nada.

-Vamos, dímelo...

-No. ¿Vas a ir al partido?

-¡No me cambies de tema!- le dije pegándole en el brazo-. Y sí, voy a ir, Irene tiene amigos que juegan así que estaremos en la parte de banquillos.

-¿Me podéis colar?

-Si no te gusta el fútbol.

-Ya, pero... No sé, déjalo.

-¿Estás bien?

-Sí, ¿por?- me preguntó cogiendo la última patata.

-No sé, te noto raro.

-Pues estoy bien.

-Bueno, ¿vienes esta noche a casa de Stacy? Va a hacer una fiesta y conociéndola, va a ser épica.

-No puedo.

-Vale, dime qué te pasa.

-Nada, te lo juro- me sonrió.

-Te conozco, nunca te pierdes ninguna fiesta, y menos aún las que son fuera del campus. ¿Qué pasa, Parker?

-Tengo planes.

-¿Qué tienes tan importante que hacer que no te vas de fiesta con tu mejor amiga?

-No seas así. Una chica me va a dar clases de francés.

-¿A ti?, ¿al chico que hasta insulta en ese idioma?

-Sí. Me voy que tengo muchos exámenes, ya me contarás que tal la fiesta.

Se levantó sin que pudiera decirle nada antes. Me quedé mirando cómo se alejaba entre la gente. Se acercó a la papelera, tiró la bolsa y desapareció de mi vista. Miré la hora,  eran casi las cuatro de la tarde. Decidí esperar a Irene e ir juntas hasta la habitación.

Cogí mi móvil y vi que tenía un mensaje de mi hermana, Lucy, diciéndome que mi madre había organizado una comida familiar para el domingo. Le contesté que iría y me dijo el típico "Si no se lo decía a mamá". Quería mucho a mi hermana, pero a veces podía ser demasiado chivata. Desde que había entrado en la Universidad hablaba todos los días con ella y con mi madre, y siempre me decían todo lo que me echaban de menos, aunque los fines de semana iba a casa- más que nada para lavar la ropa- y así pasábamos un rato en familia.

Look After You [PARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora