Look After You [PARADA]

Capítulo 4

James se había ofrecido a llevarme hasta mi cuarto, ya que Irene y Arthur había decidido salir por ahí con los jugadores. 

Estaba buscando una emisora que pusiera algo interesante que escuchar, hasta que en una empezó a sonar "Dark Horse" de Katy Perry. Amaba a esa mujer, tenía todos sus discos en la habitación de la que había sido mi hogar durante 18 años.

Miré de reojo a mi amigo y observé como tarareaba la canción mientras conducía. Noté como se desviaba del camino y seguía como si nada.

-Por aquí no es- le dije.

-Lo sé.

-¿A dónde vamos?, ¿por qué no paras de sonreír? ¡Me vas a violar! Lo sabía, sabía que no tuve que haberme hecho tu amiga. Voy a morir.

-Deja de dramatizar- se empezó a reír-. No te voy a violar, tengo que ir a por Patricia.

-¿Voy a conocerla?- dije ilusionada. Era la primera novia que me presentaba, empezaba a pensar que era gay.

-Sí, solo te pido que no la espantes.

-¿Espantarla, yo?, ¿quién te crees que soy?

-¿Por qué crees que nunca te presento a mis novias? ¡Las espantas!

-Claro que no.

-No, que va- dijo con sarcasmo-. Cada vez que me ves con una chica vienes a abrazarme para marcar territorio.

-Ni que fuese un perro...

-Lo dicho, por favor, no la espantes, realmente me gusta.

Aparcó el coche delante de una pequeña casa amarilla. Estábamos en las afueras de Londres y casi no se oían los coches de la ciudad. Me fijé bien en el lugar. Había varios árboles adornando el paisaje. La casita en medio del manto verde era lo único que indicaba que aquí había vida humana. 

«Me encantaría poder vivir en un sitio así» pensé.

Miré a James, que estaba apoyado en el capó del coche, mirando hacía el humo que salía por la chimenea. A decir verdad, nunca le había visto tan feliz, se notaba que estaba loquito por esa chica. Me alegraba ver como mi mejor amigo había encontrado el amor.

De repente, la puerta se abrió y una chica de tez morena, ojos castaños y pelo oscuro salió. Gritó algo hacia el interior de la casa que no entendí y cerró la puesta. James se estiró y caminó hacia ella, hasta que se encontraron a medio camino y se fundieron en un  abrazo, ella se tuvo que poner de puntillas ya que no parecía muy alta. La chica miró hacia mí y luego a mi amigo, quien asintió antes de que ella viniera hacia mí.

-Tú debes ser Diana. Soy Patricia, encantada- me dijo con un notable acento francés.

-Igualmente.

Le sonreí y me dio un abrazo. Parecía bastante amigable, creo que hasta podríamos llegar a ser amigas.

-James me ha hablado muchísimo de ti- me dijo.

-¿En serio?- asintió-, pues puedo decir lo mismo, no para de hablar de ti.

-¿De verdad?- se giró para mirar a mi amigo, que nos observaba apoyado en el coche con cara de enamorado-. No me esperaba eso de usted, señor Parker.

-Es que me tiene usted loco, mademoiselle Dupont.

Después de discutir por quien se sentaba delante, tomé la iniciativa y abrí la puerta de las parte trasera del coche, sentándome en el asiento de detrás del copiloto. Patricia, finalmente aceptó acabar al lado de James, en el fondo sabía que me lo agradecía.