Idol High School 🌸

Día 1 (1/3)

NARRA IRENE

Después de conocer a todos los grupos y de saber las clases nos volvimos a reunir Red Velvet en nuestras respectiva furgoneta.

Yo: Bueno, la verdad es que ya conocemos a algunos grupos y todos parecen amables. -dije sonriente.

Todas me miraron raro al principio pero al ver mi sonrisa se relajaron. Al ser la líder del grupo todas confiaban mucho en mí pero yo siempre quiero escuchar lo que piensan ya que no soy su jefa.

Seulgi: Si... La verdad es que estoy deseando saber con quién nos ha tocado en las habitaciones.

Yerim: Pero yo espero que tengamos un poco más de suerte y vayamos todas juntas. En las clases no nos han tocado así que creo que sería justo.

Todas asentimos. Sin saberlo empezamos a hablar de los nuevos conciertos, que ahora solo se harían en la escuela, y se nos pasó el tiempo volando. Llegamos a la residencia/escuela.

Desde lejos se podían apreciar dos edificios de color marrón claro con el tejado y ventanas de color rojo oscuro. Había una entrada principal formada por dos verjas negras enormes que actuaban de puertas. Toda la zona estaba cercada por las mismas verjas y setos. El camino de entrada se bifurca en dos: uno llevaba al edificio que parecía la residencia, pues tenía muchas ventanas bastante grandes y tenía bancos al rededor, y otro llevaba a la escuela. Esta última tenía muchas manos ventanas pero era más ancho. Este, en cambio, estaba rodeado por algunos campos de fútbol y baloncesto y tenía una zona de césped rodeado de preciosas flores.

Seguro que en esta zona las chicas y yo podríamos tomar el almuerzo y pasar el rato como en casa.

La verdad es que antes yo era muy seca y fría pero ahora gracias a las chicas soy muy optimista lo que ha hecho que todo el grupo nos llevemos muy bien. Eso me alegra.

Joy: El mánager ha dicho que vayamos entrando y busquemos nuestros nombres en las puertas de la residencia.

Había estado en mi mundo pensando en las flores tanto tiempo que no me había dado cuenta de que nuestra furgoneta ya se había ido y que estaban viniendo más. El resto nos limitamos a asentir y coger nuestras respectivas maletas. Empezamos a caminar por el camino de la izquierda hasta llegar a la residencia.

Por fuera se veía grande pero por dentro era enorme. Nada más entrar había un amplio salón y cocina divididos por un pasillo que terminaba en escaleras. Más a la derecha había un comedor enorme con tres mesas muy largas, obviamente, pues éramos 51 y necesitamos nuestro espacio. Cuando nos acercamos vimos que no íbamos a poder sentarnos donde queríamos. En cada mesa había un cartel con el número de clase. Nos tendríamos que sentar con nuestros nuevos compañeros.

La verdad es que no me hacía mucha gracias, no quiero que nos separen.

Wendy se me acercó y me pasó un brazo por los hombros.

Wendy: Tranquila, seguiremos igual que siempre.

Yo: Seguro que si, gracias.

Sonreí. Volvimos a coger las maletas y caminamos por el pasillo. Al llegar a las escaleras descubrimos que había varias puertas a los lados. Eran baños y salas para practicar tanto baile como canto.

Seulgi: Este sitio es increíble - tenía la boca abierta del asombro.

Todas le dimos la razón y subimos las escaleras. Solo había un piso más lo que era reconfortante.

Nada más subir había una gran sala de estar, con estantería llenas de libros, televisión, zonas para jugar al futbolín y varios sofás y mesas dispuestas por toda la sala. Luego había dos corredores con un cartel cada uno: el de la derecha era rosa y el de la izquierda era azul. Nos fuimos directas al de la derecha.