4. Gemelos.

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Para el sexto mes, Taehyung estaba muy hinchado de los pies y a Yoon Gi le preocupaba eso.

─ No tomes nada con sal y levanta los pies todo el tiempo, muchacho. – Le dijo.

─ ¿Es grave, corre peligro la vida de Taehyung? – Preguntó Hoseok preocupado.

─ Sí. Esto puede ser eclampsia, y entonces sería urgente sacar al niño. Podrían morir los dos. – Contestó honestamente.

─ No, no quiero eso. – Miraba a Taehyung dormitando pues tenía la presión alta y no podía hacer ningún esfuerzo.

─ Pues... no sé qué pase, por si las dudas, estaré pendiente y no iré a otra base, hasta que nazca el bebé. – Le dijo el doctor antes de irse.

─ Yoon Gi. – Lo llamó antes de que se fuera.

─ Dime Hoseok. –

─ En caso de tener que elegir, no dejes que Taehyung muera, no dejes que le pase nada a él. – Le ordenó.

─ Amas demasiado a ese chico, Hoseok. Créeme tanto amor nunca es bueno. – Opinó amargamente.

─ No me importa tu opinión, solo no lo dejes morir. ¿Entendiste? –

─ Si, obedeceré tus órdenes, no te preocupes. – Y se fue con una sonrisa de lado en su bello rostro.

─ "Dios mío. No permitas que le pase nada a Tae, y por favor, haz que nuestro hijo también sobreviva" – Pidió Hoseok, misericordiosamente.

No salió de la casa para nada. Cuidaba de Taehyung y le alcanzaba todo. Incluso le sirvió de comer a él y a sus abuelitos.

─ No te molestes, ahora voy... - Le decía el menor, pero veía sus pies tan hinchados que le daba miedo.

─ Alza tus pies, anda. Y no trates de levantarte, recuerda lo que Yoon Gi te ordenó. –

─ Pero mis abuelitos... -

─ No te preocupes. Les daré de la comida del pelotón. – Bromeó con el chico. Era tan mala esa comida que incluso ni los perros la querían.

─ ¡Hoseok¡ - Se quejó.

─ No es cierto, es broma. – Le dijo sonriendo. – Voy a traer al cocinero de la base. – Y fue por él para que les hiciera un guisado.

─ Hijo, eres el esposo del comandante en jefe. – Comentó su abuela cuando llegó a la casa, muy emocionada.

─ No soy su esposo, soy su... amante. – Le dijo, aceptando su papel.

─ Pero se ve que le importas. Mira que dejar que vivamos con ustedes en esta cómoda casa. – Y luego se acercó al chico. – Yo que tú le pediría más cosas. –

─ No abuela, no le pediré nada. Solo quiero que nazca el bebé y me iré de aquí. – Le advirtió.

─ ¿Te irás? – Le preguntó su abuelo.

─ Sí, me llevaré a mi hijo y me iré. No terminaré viviendo con un hombre que... me violó y luego me obligó a vivir con él. – Se enojó. Entonces llegó Hoseok.

─ ¡Taehyung¡ ¿Cómo estás amor? – Le preguntó sonriendo. Realmente el brillo en los ojos de Hoseok aumentaba cuando veía a Taehyung junto a él.

─ Bien. – Le contestó mirando a su abuela para que no dijera nada.

─ Me voy a mi habitación. Muchas gracias por todas sus atenciones. Que Dios se lo pague. – Le dijo la anciana al capitán, haciéndole una profunda reverencia. Después salió y cerró la puerta de la habitación.

Aprendiendo a amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora