Capítulo doce

382K 10.3K 1.8K
                                    

Día Once

- A las once en el departamento, no se te olvide por favor- le dije a Amber mientras ella caminaba a la puerta para ir a donde su familia.

- Lo sé , Elena- dijo ella , tomó su bolso y salió.

A Louis no lo había visto hoy, puesto que se fue desde bastante temprano a casa de sus padres.

Mis nervios aumentaron cuando el reloj indicó las 7:12 pm, Harry estaría aquí en 18 minutos.

Me miré al espejo y suspiré, mi cabello estaba completamente liso sobre mis hombros y espalda, mi cuerpo cubierto por un vestido color coral entallado en mis pechos y luego suelto y algo abombado , unos tacones color azul claro y maquillaje sencillo.

Me puse perfume y acomodé todos las cosas cerca de la puerta para cuando Harry llegara.

Pase una pequeña lista en mi cabeza comprobando que llevaba todo.

Teléfono celular

Pastel de Manzana y canela

Abrigo

Dinero

Labial

La puerta crujió bajo los dedos del que imagino que sería Harry.

Abrí y efectivamente era Harry.

-Oh Dios del cielo, yo trato de controlar mis impulsos y tu me pones enfrente a un ángel - Harry dijo mirando al techo.

- Supongo que es un cumplido

- Supones bien- él movió las cejas y yo rodé los ojos.

Me giré para tomar mis cosas y me sobresalté por el grito de Harry.

-¡Mierda!,¡Tu maldito trasero!, ¡¿Llevas bragas?!

-¡Por supuesto idiota!- grité y lo golpeé

- Jesús Lena, tu culo se ve tan bien en ese vestido que podría tocartelo corriendo en riesgo de que me cortes las bolas

- Te detesto, cerdo asqueroso- Puse la caja del pastel en sus manos con fuerza haciéndolo tambalear.

Tomé mis cosas y salí dando un portazo.

No espere a Harry ni un minuto, caminé a paso rápido hasta su camioneta , agradecí a Dios del cielo que estuviera abierta, abrí la puerta de golpe y sobre el asiento 11 rosas en un pequeño ramillete.

Suspiré y las tomé antes de sentarme.

Cerré la puerta y esperé a Harry mientras guardaba la torta en la parte trasera del auto y luego entraba en la puerta del copiloto.

- Lena- suplicó

- No me hables- le corté de inmediato.

- Pero Len

- Nada, no me hables- miré por la ventana y el suspiro.

El recorrido a casa de Anne fue bastante rápido, el transito era ligero y Harry conduce bastante rápido.

Bajé del auto y tomé entre mis manos la tarta.

Caminé hasta la puerta de la casa y esperé a Harry.

- Lena- su brazo buscó rodear mi cintura pero no se lo permití.

Él bufó e introdujo las llaves en la cerradura.

El olor a pavo recién cocinado se coló por mis fosas nasales, aspiré deleitandome, Harry se puso por detrás de mi ayudándome a salir de mi abrigo.

Treinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora