El diario de Slender Man

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19 DE JULIO DE 2004

Hoy he decidido ponerle fin a mi vida, por varios motivos pero ninguno en particular.

A través de esta carta me dispongo a despedirme de los que alguna vez dijeron "amarme".

Y a los que responsables de haber creado este vacío en mi interior que me llevó a acabar con mi vida, sepan que no les guardo rencor...

21 DE JUNIO DE 2004
No he tenido el valor de suicidarme ni siquiera sé si llamarle valor al hecho de no querer deshacerme de mi vida.

Lo que sé es que esta carta no verá la luz, será solo un recuerdo del sufrimiento que alguna vez pasé.

25 DE JUNIO DE 2004
Estos últimos días me la pasé de maravilla, decidí dejar de lado ese sufrimiento que me devoraba de a poco hasta dejarme vacío, y concentrarme en lo que realmente me interesa, estoy estudiando abogacía y me falta poco para recibirme.

29 DE JUNIO DE 2004
De nuevo sufro esa sensación de vacío en mi interior.

Falte al último examen, la verdad no quiero rendirlo esta vez sí quiero ponerle fin a mi vida.

30 DE JUNIO DE 2004
Ya está todo planeado, el lugar es un bosque a unos 40 Km de aquí, es un lugar tranquilo y alejado.

Pasaré toda la tarde allí y aproximadamente a las 7 de la tarde me suicidaré...

Después de un largo viaje logré llegar a mi destino, debí parar más de una vez en alguna que otra estación de servicio para comer y beber algo, me siento cansado pero sé que al fin podré descansar para siempre.

Siento la sensación de estar siendo constantemente observado, no sé, pero no siento la necesidad de suicidarme. Mejor me vuelvo a casa.

Algo anda mal las ruedas de mi auto están desinfladas y no creo poder volver caminando, es posible que alguien esté detrás de esto, algún ladrón o algún psicópata, por suerte tengo a mi disposición el arma con la que planeaba acabar con mi vida y ahora la usaré para lo contrario.

Lo malo es que solo cuento con una bala, así que tengo que aprovechar la oportunidad que se me presente para asesinarlo o tal vez es obra de mi imaginación y no sea nada raro, pero deberé pasar la noche acá, el auto no es seguro.

Logré divisar una cabaña a unos pocos metros, ese parece un lugar seguro.

Tuve la suerte de que se encontraba deshabitada me fui a un cuarto que en un momento pareció ser un baño.

Pase horas y horas y tuve suficiente tiempo de razonar sobre mi vida y en qué la estaba convirtiendo...

De repente escucho un ruido proveniente del cuarto de alado me fije por la cerradura y no vi nada fuera de lo normal, al darme vuelta vi algo que me asusto mucho, haciéndome caer contra el piso.

Allí estaba él, con gloriosa estatura, extremidades largas y un traje desgastado por la mugre y la suciedad.

Lo curioso es que no tenía cara pero me miraba, sentía como él entraba en mi cabeza, y yo estaba inmóvil, sin poder hacer nada para evitarlo. Me sentía débil frente a ese odioso personaje.

De repente dejo de hacerlo como dándome una oportunidad para acabar con su vida tome mí arma y le disparé en la boca del estómago, el cayo en el piso se revolcó.

Durante unos minutos tome un palo y le golpee la cabeza hasta matarlo. Su muerte me trajo consecuencias, esa bestia se metió en mi cabeza y me obligo a hacer cosas horribles.

Y poco a poco me estoy convirtiendo en él hasta que no quede nada de lo que en un momento fui, trato de mostrarme al mundo para que sepan que soy una amenaza y además dejo notas esparcidas por todo el bosque para que tengan cuidado.

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