Mi ángel

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Ahora escribo sobre tu belleza.

¡Ah! Tan tarde en la noche y yo en vela, ¿sabes en que pienso?

En ti, en tu lindura.

No solo de tu rostro y tu cuerpo, sino de tu interior.

Lo he dicho antes y lo sigo diciendo: eres el ser más puro y hermoso que he conocido.

Las palabras que busco para definirte no puedo encontrarlas en ningún idioma.

La frescura de tu rostro ni el mejor artista habría podido retratarla, pues no es fácil pintar ángeles en todo su esplendor.

Mi ángel... nunca me cansare de decirte cuanto te amo, nunca será suficiente para mi halagarte.

¿Cómo es posible que provoques esto en mí?

Nadie había logrado algo parecido, solo un ser sobre natural podría haber logrado lo que tu...

Soy un ser frio, que no sabía si podía sentir ¡Ni siquiera sabía si poseía un corazón para hacerlo!

Tú hiciste que me diera cuenta de que mi pecho no estaba vacío, de que mi alma no era tan oscura.

Espero no equivocarme al decirte mi ángel.

Aunque no importa no haber visto tus alas, yo sé que están ahí, tan brillantes como tu sonrisa, tan grandes como tu corazón, tan puras como tú.

Mi ángel, gracias por salvar a un demonio.

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