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La parte más difícil de llegar a Beacon Hills fue conducir más allá de esa señal de límite de la ciudad.

No miró hacia ninguna dirección, sólo hacia adelante, viendo su objetivo sin descanso: el sendero que llevaba a la Reserva. Para su decimoctavo cumpleaños, Chris había desaparecido por algunas semanas, sólo para regresar con una jeep azul, vieja y golpeada. Había estado previamente registrada a nombre de su madre, y la tenían guardada en la bodega. Podría haberlo vendido y conseguido un nuevo y brillante SUV, pero Stiles no tenía nada más de sus padres; Y así finalmente pudo quedarse con algo sin querer destruirlo. Roscoe viajó fácilmente hasta la decrépita casa de los Hale, pero hacer que su pintura azul pasara desapercibida en medio del bosque era un todo un reto (él incluso la señaló con su dedo al estilo Sabrina la bruja adolescente).

Como fuera, se le puso la piel de gallina ante la sensación de ceniza de montaña rodeando la mansión abandonada excepto en donde su caza entraría. Sacó una bolsa Ziploc con pólvora de su bolsillo, cuyo color era algo entre el gris y el púrpura. Con movimientos gráciles, Stiles cortó una esquina de la bolsa y vertió parte del polvo en la palma de su mano, luego volvió a guardarla en su bolsillo. Frunció el ceño mirando el polvo en su mano y usando su mano libre dibujó cuidadosamente un símbolo en el. Normalmente no era tan... "artístico" sobre el uso de su chispa, pero él mismo había creado este hechizo y estaba excesivamente orgulloso de ello. Y no sabía si funcionaría o no.

Lamiendo sus labios, caminó a la puerta de entrada. El cazador cerró sus ojos, tomó una larga respiración y levantó la mano. Un momento después, sopló; la pólvora en su mano se esparció por el oscuro bosque en una inestable línea recta, que vaciló hasta que se dispersó por completo y desapareció entre los árboles. Entonces, Stiles regresó a la sobriedad que era la casa Hale y se sentó al fondo. Todo lo que quedaba era esperar. Dejó caer la cabeza en la sucia pared detrás de él haciendo un ruido sordo. Ya inquieto, jugueteó con los hilos desgastados del puño de su chaqueta de cuero, trazando con su pulgar las letras ocultas que eran tan indelebles en su mente como en su piel.

Después de lo que se sintieron como horas, los ojos de Stiles se abrieron. El sonido del viento contra los árboles y el misterioso crujido de la casa fueron las primeras cosas que registró. Pero, bajo esos sonidos, estaba el gruñido suave y retumbante de un animal salvaje. Un animal enojado. Las pisadas eran silenciosas, pero Stiles sintió cuando el animal, no, el hombre lobo pasó por la entrada – un estremecimiento al notarlo recorrió su cuerpo.

Sólo es un ganzo caminando sobre tu tumba, kochanie.

Ya se estaba poniendo de pie cuando los gruñidos se acercaron. Su mano se hizo puño y todo el lugar por donde pasó la pólvora estalló, volando también el umbral de la puerta. Apenas tuvo tiempo para que la sonrisa triunfante se extendiera por su rostro antes de que una oscura y veloz sombra recorriera los restos de la sala, aullando de rabia.

"Oh mi dios," Gritó Stiles, moviéndose hacia atrás y alejándose con ambas manos. El lobo empujó el calentador de agua, atravesando una pared, y apenas le dio a Stiles el tiempo suficiente para liberar su arma - sacudiéndose aún por la fuerza pura que había logrado usar, justo como la jodida Sue Storm - antes de ponerse de pie una vez más. El animal se sacudió con rapidez, quitándose los escombros y el polvo de su negra piel, y volvió sus brillantes ojos carmesí hacia Stiles. Sus dientes eran de un blanco resplandeciente. "Bueno, parece que no es sólo la señora Hale quien va toda vestida de lobo. Mi amortentia funcionó como un encanto," saltó Stiles con una sonrisa arrogante.

El lobo Hale chasqueó la mandíbula en dirección a Stiles y avanzó hacia adelante, sus ojos brillaban con inteligencia al mirar el arma.

"Sí, esto aquí sin duda es wolfsbane," Siguió Stiles, sujetando muy bien la empuñadura con una mano, sus pies deslizándose hacia una postura más ancha. Pudo ver los pelos crispándose a lo largo de la espalda del lobo mientras hablaba. "Mira, amigo, tu super poder es genial y todo, pero si tienes algunas últimas palabras, deberías cambiar ahora. O no lo hagas. Mi vida será más sencilla si sólo tengo que enterrar a un perro muerto en lugar de a un tipo muerto."

Antes de que pudiera terminar, el lobo estaba contorsionándose delante de él. Sus extremidades se estiraban y se contraían, levantó los hombros y sus patas cambiaron a manos y pies, el pelaje se desvaneció en piel pálida. Todo lo que quedó del animal salvaje fue un hombre arrodillado en el sucio suelo, desnudo y sudoroso. Si no fuera por la absoluta falta de temblor ante el frío aire nocturno de diciembre, el lobo se habría parecido a cualquier otro hombre normal. Uno de esos hombres peludos.

"¿Cambiaste sólo para hacer mi vida más difícil, o de verdad vas a decir algo?" Dijo Stiles después de que el silencio se alargó. El chico Hale levantó la cabeza, sus ojos aún eran escarlatas y sus dientes crujían como los del lobo. Su barba estaba perfecta, sin embargo. Sus cejas eran gruesas y oscuras sobre un rostro hecho para modelar. ¿Quién pudo saber que la luz de la lente en esa foto estaba escondiendo a un hombre tan guapo?

"No moriré aquí- no aquí," respondió el Hale feroz. A pesar del fiero enojo coloreando su voz... ésta era mucho más suave de lo que Stiles esperaba. No encajaba con la barba o las cejas o los músculos, pero... sí lo hacía. Sus palabras quedaron en el aire y le tomó un esfuerzo a Stiles no hacer una mueca de pesar.

Negó con la cabeza suavemente, pero sus brazos y el arma no se movieron. "Lindo sentimiento, amigo, pero estás atrapado aquí."

"Derek. No amigo."

Entonces Stiles no pudo evitar la mueca. Porque él sabía, oh dios, él conocía el nombre de este hombre.

"Como sea, amigo. No estamos aquí para hablar sobre nuestros nombres."

Derek Hale gruñó feroz a Stiles, después ladeó la cabeza lentamente. Después de un momento, el color escarlata en los ojos del alfa desapareció, revelando unos ojos que destellaban en un rostro muy sombrío. "No vas a dispararme."

Stiles hizo un sonido como tch y movió un poco el arma. "Arma, amigo. Definitivamente voy a dispararte."

"Si fueras a dispararme, ya lo hubieras hecho. Te ves y hablas como un cazador, incluso hueles como uno, pero... tú no vas a dispararme."

"Sigue balbuceando, amigo, y vas a conseguirte un nuevo agujero- wow, hey, ¿qué estás haciendo?" Se quejó Stiles, dando un paso hacia atrás cuando Derek Hale se levantó y tronó su cuello. Sus ojos se quedaron fijos sobre el patrón tan familiar de las letras sobre la clavícula de Derek, exactamente donde Claudia estuvo en el cuerpo de su padre. Todo su aliento abandonó su cuerpo.

"¿Por qué estás aquí? ¿O tu plan en serio es hablar conmigo hasta matarme?" Gruñó Derek, cruzando los brazos en su pecho e ignorando por completo qué tan desnudo estaba.

Stiles bajó el arma lentamente y miró a Derek a los ojos. "Przemysław."

Derek cruzó la habitación, atrapó el cuello de Stiles con una mano y con la otra el arma, sus ojos brillaban en rojo de nuevo. "No te atrevas a decir ese nombre."

"Tú-ú, t-tonto," Se ahogó Stiles, pateando con sus pies que ahora no tocaban el suelo. Él es más alto que este imbécil. Jodidos súper poderes estúpidos de hombre lobo. "Ese es mi nombre."

Colapsó en el suelo cuando lo soltó, tosiendo, respirando y frotando su cuello, mientras Derek lo miraba desde donde estaba. Stiles guardó la pistola y, usando sus dientes cuando sus dedos demostraron ser demasiado inestables, tiró de las cuerdas de cuero que ocultaban su muñeca. Derek quedó expuesto en letra gruesa y muy pesada justo sobre el punto de pulso en la muñeca de Stiles. "Tienes razón. Yo... no voy a dispararte," Admitió Stiles con dificultad, tenía los ojos rojos y llorosos cuando miró a Derek.

"Mierda," dijo Derek un segundo después. Se giró sobre sus pies y desapareció en la profundidad del antiguo hogar de su familia.

Stiles se apoyó sobre la pared detrás de él y tuvo que detener lo que sin duda era una risa histérica. Su alma gemela era un jodido hombre lobo y su trasero rebotaba cuando caminaba. Prioridades, se regañó Stiles internamente, cerrando los ojos.

Ash Buried Under Snow  //  SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora