Es como sentir colores.
Somos un cuadro abstracto en el que los colores cobran forma.
Puedes ser rosa, amarillo, naranja.
Yo soy gris.
Somos cuadros y pocos consiguen ser arte. Algunos pierden la paciencia y simplemente se quedan en blanco y deciden no ser. Otros simplemente mezclan colores, buscándose.
Hay una pequeña parte, esa mínima parte, que busca todos los colores. Busca ser un cuadro memorable. Busca ser la razón por la que un artista pagaría por ellos. Busca ser el color que le falte a otro. Busca formar nuevos colores con alguien más.
Somos color.
O a veces no.
Quizás somos abstractos, buscándonos una forma que tenga sentido ante la sociedad.
Qué sabré yo, pobre tonta.
Intentando buscar mi camino, aquel que aunque me haga tropezar, siga queriendo explorar.
Sintiendo a veces miles de colores en mi interior, y otras sin sentir nada.
Encerrándome en ocasiones en esas cuatro paredes, acompáñandome de la oscuridad. Y otras veces buscando mis colores.
Calculando con las palabras y jugando a enamorarme.
Qué sabré yo,
sobre los colores.
Si nunca pude ver los tuyos, papá.
