Ya es viernes, me levanto feliz porque es el último viernes que tengo clases en la U. Entro a la ducha y luego tomo un café mirando un poco las noticias y estudiando. Cojo las llaves del departamento y salgó camino a la U, iba muy apurada ya que entraba a las 10 y eran las 9.
Llegué 2 minutos antes de que sonara el timbre, ni siquiera alcancé a repasar un poco. Llegó el profe y nos repartió los examenes, el que terminé luego de 1 hora, estaba difícil, a lo mejor no estudié lo suficiente, estaba decepcionada de mí misma.
Fui a la cafetería, tomé mi cuaderno para ver si lo que había respondido era correcto, la verdad nos que contesté todo bien y me relajé un poco.
Al rato llegó la Vale, hablamos de como mos iba y que cosas vamos a hacer en vacaciones, ella dijo que postularía a hospitales ya que este año se graduaba. No tomé mucha importancia a lo que me decía yo solo estaba preocupada de mirar la puerta para ver si llegaba Tomás, pero nunca llegó. En fin sonó el timbre de segunda hora y fui a la sala.
Estaba nerviosa, tanto así que me mordía las uñas, ¡nos entregarían los examenes de ayer! Fueron llamando por orden de lista y yo era casi la última.
Llegó a la letra S; primero Gabriela Salazar, luego Daniel Sarmiento y por último Francisca Suarez, ahora empieza la letra T, era mi turno IGNACIA TORRES. Fui a buscar mi examen, no lo miré hasta que llegué a mi asiento, tenía un 5,5, no estaba tan mal aunque creí que me iría mejor. El profesor dijo que yo tenía la tercera mejor calificación y quedé muy orgullosa mirando hacía el frente.
Eran las 13:30 y ya había que irse, me despedí de la Vale y fui caminando hasta mí depa, ahora no estaba preocupada de mis examenes sino de Tomás, ¿por qué no fue a la U? Eran muchas las preguntas así que decidí no pensar en eso hasta que llegue a mi hogar.
Al llegar puse a hervir agua para tomar un café y encendí la televisión para ver noticias, lo bueno era que había electricidad. Terminé de beber café y busqué trabajos por internet, encontré uno muy bueno en el barrio "alto", pagaban bastante bien y tendría que vivir allá, lo cual era muy buena porque me ahorraba la comida y locomoción, así que llamé, la señora dijo que me haría una entrevista el lunes para ver si cumplía con las condiciones.
Mientras buscaba otros trabajos recibo un WhatsApp de Tomás pero no lo tomé en cuenta y en eso estaba cuando suena el timbre, así que abro la puerta, ¡era Tomás!
-Hola - dice él.
-Hola - respondo en shock.
-Puedo pasar - dijo Tomás.
-Sí - respondí reaccionando.
Él entró y se sentó en el sofá, yo me senté junto a él y le dije:
-Quieres tomar algo - aunque no tenía nada pero más valía el gesto.
-No gracias - dijo relajado.
-¿Cómo has estado? - pregunté cambiando de tema.
-Bien gracias - respondió.
-¿Por qué no fuiste hoy a la U? - seguí interrogando.
-Porque anoche salí en la noche y en la mañana tenía mucho sueño - dijo irresponsablemente.
-Bien responsable el abogado - dije entre dientes.
-Sería bueno que me dijeras las cosas a la cara - dijo enojado.
Yo me levanté del sofá y señalando la puerta le dije:
-Sabes, mejor vete, no quiero que me hables así en mi departamento.
-Uy! Que amable la doctora Torres - dijo saliendo de mi hogar.
Él salió y se volteó, en ese instante cerré la puerta en su hermosa cara.
Un tiempo más tarde, cerca de las 7 tomé una ducha muy corta para sacarme toda la ira de lo que había pasado con Tomás, ahora estaba segura de que no volvería a hablarme, pero eso me daba lo mismo, él no era nada para mí.
Estaba en el sofá con el pelo mojado y hablando con la Vale cuando por segunda vez en el día suena el timbre, en el pequeño agujero de la puerta miro quien era y para mi mala suerte era Tomás. Rápidamente apagué todas las luces y corrí hacía mi dormitorio mientras el timbre seguía sonando. Tendida en mi cama pensando que quería a esta hora me quedé dormida.
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Enamorada de mi Opuesto
RomansaÉsta es la historia en la cual conocí a la persona que resultaría ser alguien "especial" en mi vida