Hermosa Locura

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Amanecimos juntos en mi habitación, claro que habían como unas cinco personas más. Mi familia se había reunido para disfrutar un feliz fin de año.

Como olvidar tu cara de recién levantada, tus ojos chinos.

Tus primeras palabras jamas las olvidaré ya que me causaron una gran alegría.

—Tengo hambre culero.

Te comiste todo el recalentado.

Mi madre me pregunto quién se la había comido.

Tu le contestaste que yo había sido.

Mi madre se rió con nosotros, los tres nos mirábamos tan felicices aunque no comprendo la felicidad de mi madre.

Fui a dejarte a tu casa, pero tu familia se había ido muy temprano a la playa.

Más tiempo contigo culera...