Te invité a salir, fuimos por un helado. Quizá este lugar me traiga recuerdos, sí que me trae recuerdos, te enseñe el hermoso paisaje que se miraba a la altura que nos encontrábamos.
Hablábamos puras estupideces, cosa que yo nunca dejo de hacer. Tu helado se derretía, quizá por mi, por ser extremadamente sexy, quizá.
Tu helado seguía derritiéndose y llenaba toda tu mano, y yo, ese día tenia puesta una de mis favoritas camisetas blancas y unos pantalones vaqueros azul negros, con mis tenis nike. Te dí mi servilleta para que te limpiaras, pero al parecer a todas las chicas les falla el cerebro, y deciden siempre que están conmigo limpiar el helado con la servilleta.
Te dije: - ¡y ahora con que diablos te vas a limpiar las manos!, y solo me sonreiste y tomaste mi camiseta blanca como una enorme servilleta.
Mientras lo hacías, me mirabas fijamente a mis dos ojos color almendra, mientras me regalabas una enorme sonrisa, de esas que me gustaban tanto. (Porqué tienes que ser tan perfecta)
¡Acabaste! Pregunté, y dijiste que sí, mientras me abrazabas, y ponias tu rostro sobre mi hombro.
Me dijiste que te había dado gripe comer tanto helado y empezaron a salir mocos de tu nariz. Limpaste tus mocos en mi camisa, y nuevamente, Sonreí.
A la próxima te mato culera...
ESTÁS LEYENDO
Hermosa Locura
ComédieUna hermosa historia que te atrapara, te encantara y disfrutaras... Conoce sobre los fracasos del amor en un joven estudiante de high school