Hermosa Locura

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Esta todo preparado en mi casa, pienso decírtelo.

Pues preparé una cena, con unas velas decorando el lugar y pétalos de rosa en el camino que lleva desde la puerta principal al comedor.

Pues para la ocasión compré un vino, "casillero del diablo" cosecha de 1978.

Decidí poner música de fondo, sonaba "rest of my life" de Bruno Mars.

Te llamé para que vinieras urgente a mi casa.

Dijiste — en cinco minutos estoy en tu casa.

Tocaste la puerta y tus ojos se abrieron como platos al ver todo. Los pétalos de rosas sobre el suelo, la poca iluminación que había, y las velas que daban un toque muy romántico a la situación.

Entraste y caminaste hasta el comedor observando cada cosa que había colocado.

Tomaste asiento y tus ojos brillaban, sí, eran de la emoción.

Tomé tus manos te mire fijamente a tu pequeños y brillantes ojos. Y te dije — tengo que decirte unas cosas.

Respondiste —también yo.

Gerardo, eres la persona más genial que pude haber conocido en toda mi vida, me haces feliz cada vez que yo estoy triste, y eres muy lindo y atento.

Gracias —dije sin dejar de mirarte. De mis ojos empezaron a recorrer unas pequeñas lágrimas, era tan feliz en ese momento, me hacías el hombre más feliz de este planeta, ahora estaba más que seguro de lo que haría.

Gerardo, yo, acabo de regresar con mi ex novio.

Mi cerebro no podía procesar muy bien esas palabras.

Katherinne pero yo... Te Amo. —dije sin dignidad en ese momento.

Lo siento Gerardo, yo no. — lo dijiste en un tono serio y cruel.

Saliste corriendo de mi casa, mientras yo me quede arrodillado llorando por las palabras que me habías dicho.

¡Maldita sea!