02 ▣ Coágulos

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C A P Í T U L O N° 2
"La persecución de Woulmeroth"

La brisa flagelaba su rostro con intensidad mientras sentía una punzada en su pulmón que le impedía correr más fuerte

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La brisa flagelaba su rostro con intensidad mientras sentía una punzada en su pulmón que le impedía correr más fuerte. Pero aún así tenía la fuerza necesaria para seguir en pie.

Estaba tan concentrada en conseguir una escapatoria; que algo muy raudo hizo que cayera prontamente al suelo. Algo no estaba bien. Sintió sus codos golpear el suelo con brusquedad y gimió de dolor. Sentía algo acuoso en su pierna y supuso que algo le sucedió. Giro preocupada y se concentró en ella.

Saiza no sintió dolor, hasta que vio desprenderse coágulos concentrados ¿Es lo que ella cree que es? Sí, sin duda era sangre que estaba recorriendo por su pierna derecha. Un tenue dolor iba creciendo al ver aquel pigmento color rojo oscuro.

Recordó claramente ese color a sus 13 años, cuando empezó a desarrollarse. Se deslizó por la pared del baño y se inclinó sobre sus rodillas, apoyando su barbilla en ellas, y sin esperar un minuto, empezó a llorar. En ese momento creyó que algo terrible sucedía, pero su madre al darse cuenta de la situación, pudo explicarle que fue esa mancha roja que dejó sobre sus bragas.

Repudia ese color, le causaba náuseas y detestaba verlo. Definitivamente lo aborrecía.

Empezó a sentir que aquel dolor fue creciendo lentamente. Miraba su pierna con pavor, apretaba la herida para que no siguiera sangrando, pero fue tan profunda la cortada, que era inevitable que saliera sangre más de lo normal.

Su estómago se contrajo, y sintió algo de mareo. Sus náuseas se vieron afectadas y le provocó aversión por ver aquel color rojo en su lastimada pierna. No pudo esperar ni un segundo más y vomitó a un lado de donde se encontraba. Sentía aquel desagradable sabor en su boca de los residuos del desayuno que comió esa mañana.

Sus fosas nasales fueron inundadas con aquel repulsivo olor de comida.

Cubrió su boca con sus manos, cerró los ojos y respiro profundo, necesitaba calmarse. Sus nervios se estaban alterando y una vez llegaran al límite, resultaría difícil de controlarlos

Pero en milésimas de segundos, se percató rápidamente que aún la estaban persiguiendo. Aunque su caída hizo que los hombres perdieran la vista de la chica entre los montes del bosque

¿Dónde se habrá metido? susurró unos de ellos, hallando con su vista algún rastro.

Los hombres se detuvieron a contemplar a su alrededor para ver donde se había ocultado. Todos se empezaron a dispersarse en el bosque dando leves pasos para hallarla.

Saiza comprendió que aún la estaban buscando y sus nervios empezaron alterarse aún más.

Elevó su cabeza con delicadeza para estar segura de que los hombres no anduvieran cerca de ella. Pero todo fue en vano, cuando uno de ellos de lejos vio su ondulado cabello y gritó señalando a los demás donde se encontraba.

SAIZA | Libro #1 | TrilogíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora