¡No soy tu sirvienta!... ¿O sí?

Best Fucking Broma Ever

Mi nombre es Isabell Winter (vaya nombre de dama, ¿no?), tengo 17 anos... ¡Digo AÑOS!, odio las cucarachas y las arañas me parecen lindas (TOMELA, GENTE CON ARACNOFOBIA), mi mejor amiga es idiota y no tengo ni la menor idea de qué hago con mi vida.

—¡Tu puta madre te va a dar propina!— Dijo Sam, mi mejor amiga como toda la dama que es.

Un estúpido taxista nos quería violar, de ahí las hermosas palabras de mi amiga mientras azotaba la puerta (mente sana como lechuga...) y bajábamos del auto.

—¡Le tomé fotos a tus placas!— Dije con la misma brusquedad mientras el violador aceleraba.

— Qué bueno que traigo mi gas pimienta...— Dijo Sam tranquilizándose.

— El muy idiota ni siquiera sabe cómo secuestrar, digo ¿¡quién carajos le dice a su presa "Lindas piernas, espero que no sepan correr, pues van a ser mías"!?— Dije haciendo cara de violador e imitando al taxista.

Sam se empieza a reír y nos sentamos en una caja que está tirada aquí.

—¿Sí le tomaste fotos a las placas?— Preguntó Sam mirando al suelo.

— Seh, al rato se las mando al FBI, la CIA y a su puta madre.

Sam rió en voz baja y se acomodó en la caja.

— Bueno, nada podría salir mal ahora...— Dijo la muy idiota de Sam, sabiendo que esas palabras atraen más problemas.

—¡Estúpida! Esas palabras traen más...— No termino mi frase y empieza a llover.

—¡Putos clichés de libros y películas!— Gritó Sam empezando a correr hacia la entrada de algún lugar. Yo como buen perro faldero, la sigo.

Llegamos a la entrada de un hotel bastante lujoso. Voy girando la cabeza buscando el nombre del hotel o alguna señal de humanos ¡que no hay una sola alma aquí!

— Hotel Golden Flower...— Dije mirando a Sam.—¿Qué putas hacemos aquí?

— Yo qué sé, es el único lugar seco y sin violadores.— Dijo Sam empezando a caminar, al parecer buscando alguna persona.

—¿Este es el Hotel Fantasma, o qué pedo?— Dije todavía buscando gente.

— Al parecer...— Dijo Sam parándome.— ¿Y si hacemos una broma?— Dijo Sam con el tonito de la canción de Frozen.

—¿Qué se supone que hagamos?— Dije mirándola.

— Este es el hotel más lujoso del país, ¿por qué no visitar la habitación más lujosa de este?— Dijo moviendo las cejas arriba y abajo.

— Esa no es una broma...— Dije mirándola. La idea no me desagrada, pero el concepto no es una "broma".

— Bueno, es una travesura...— Dijo intentando convencerme.

— Tampoco lo es...— Dije rodando los ojos divertida.

—¡Chingada madre! ¿¡Vienes o no!?— Dijo alterándose, cuánta paciencia la de mi amiga...

—¡Pues claro, pendeja! Solo quería verte explotar.— Dije sonriendo mientras caminábamos al elevador.

— Púdrete.— Me dijo en broma y me enseñó la lengua.