Esa fue la mejor tarde de mi vida, la clase no duro mucho ya que ella tenia planeada una salida con sus amigas por la noche, pero disfrute cada segundo a su lado, embobado por su sola presencia. Ya en la cama recibí un mensaje de mi mama diciendo que había ocurrido una urgencia en una sucursal y tenia que viajar así que estaría solo toda la noche, que novedad.
Estaba a punto de quedarme dormido cuando alguien empezó a tocar la puerta, mire el reloj, ya eran las 9:30 ¿quien rayos haría una visita a esta hora?, trate de ignorarlo pero insistía tanto que tuve que pararme a ver quien era este molesto visitante
— ¿Quien es?
— Soy yo, Robert.
Abrí la puerta con suma tranquilidad, ¿porque vino a esta hora?, una vez abierta entro sin ni siquiera pedir permiso, se tiro al sofá mientras se quitaba los zapatos que hacían que mi perfecto habiente pulcro se llenara de una fétida esencia, malhumorado le reclame:
— ¿Me puedes explicar que haces aqui?, por lo menos pide permiso.
— Vamos hombre, ya estamos en confianza, deja a un lado las formalidades.
Al fijarme bien, tenia puesto un uniforme de trabajo, probablemente de alguna gasolinera junto con su gafete con su nombre, cerré la puerta y me senté al frente de el.
— ¿Porque llegas a esta hora?
— Estaba de camino y quise pasar a saludar— empezó a bostezar mientras se acurrucaba cómodamente en el sofá.
— ¿Estabas trabajando?
— Si, necesito el dinero
— Pero eres menor, estas en la escuela, son las 9 Robert... desde el lunes estas actuando extraño, ocultas algo.
— Solo estoy en un trabajo de medio tiempo, ¿que tiene eso de raro?
— Lo que es raro es que es tarde y estas lejos de tu casa y por como estas asueñado me hace pensar que te quedaras aquí mas tiempo que una simple visita.
Robert esbozo una leve sonrisa.
— Esa Samantha te esta pegando su inteligencia.— Suspiro y se sentó para quedar frente a frente, me miro a los ojos mientras decía— Seré directo contigo, me echaron de la casa, ahora tengo que ganarme la vida, ¿la razón?, una estúpida pelea con mi padre, le dije su par de verdades en su cara y mi madre no hizo mas que defenderlo, se cree que puede hacer lo que le venga en gana solo porque es el que da el sustento a nuestra familia, ¿y sabes que?, prefiero vivir en la calle que con ese imbécil.
Realmente me asuste un poco, mientras hablaba su puño se iba apretando mas y mas, sabia lo de su padre, uno de esos hombres machistas, mujeriegos que creen que se lo merecen todo, pero nunca pensé que la situación entre ellos llegara a esto.
— Vaya...lo siento.
— Si, es una mierda, ¿crees que me pueda quedar aquí unos días?, solo hasta que tenga el dinero para alquilar un cuarto.
— No es que no quiera ayudarte pero, no creo que esta sea la mejor opción, es decir, son tus padres.
— No trates de convencerme Kayle, me conoces... mi otra opción era irme a la casa de un tío, pero esta fuera y como mínimo tardara dos semanas en venir, ¿por lo menos por ese tiempo?
Tenia mis dudas, de verdad no sabia si era lo correcto, pero el era mi amigo, necesitaba mi ayuda y después de todo solo serian unas semanas hasta que llegara su tío, mi mama no tendría ningún reclamo, se como es.
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Sueños de Acuarela
Teen FictionLa juventud es la incubadora de las leyendas, o eso es lo que cree este joven; Kayle Hatcher es un chico de 16 que sueña con convertirse en el mejor pintor que haya existido ¿tal vez solo fantasea? ¿quién sabe?. Pero como todo en esta vida no lo ten...