Me enamoré de tí, me enamoré de la forma en la que solías odiarme y ahora lo único que haces es decir te quiero en cada oportunidad que tienes.
Me enamoré de tu sonrisa, de tu boca, que al hablar pareciera sólo absorber mil galaxias que habitan en la obscuridad de mis ojos.
Me enamoré de la forma en la que pronuncias mi nombre. Me enamoré de todo lo que me has hecho hacer y decir. Me enamoré del dolor que me haces sentir cada vez que me mandas al carajo seguido de un "no quiero que te vayas". Me enamoré de la idea de estar ahí para cuando decidas irte y para cuando decidas volver.
Me enamoré de la forma en la que ves al mundo, y la forma en la que me ves, como si yo fuese tu mundo.
Me enamoré del modo en el que sólo retrocedemos simplemente por gusto, para no estropear nuestros principios.
Me enamoré de tu peor demonio. Me enamoré de la burla en la que me he convertido para tí.
Me enamoré de todo lo que fuiste, y todo lo que eres. Me enamoré de la persona que se ha enamorado de la catástrofe en la que nos hemos convertido.
Te pido y no te enamores de la forma en la que lo estoy... no querrás destruirte.