Si te dijera lo mucho que lo amo ni siquiera lo entenderías, tiene tanto amor de mi alma, del fondo de mis entrañas, de mi corazón como tú jamás has tenido, o has dado. Si te dijera cuantos escritos le he hecho y no he mostrado por miedo a que piense que soy una loca poeta de cuarta enamorada perdidamente de el, pensarías que si, que soy una loca poeta de cuarta perdidamente enamorada de el. Si te dijera las veces me ha roto el corazón verlo triste pensarías que debo preocuparme más por mi. Si te dijera que tengo un trauma inconmensurable con sus ojos y cuanto los admiro te sentirías celoso de sus ojos, no importa si los tuyos son azules e incluso violetas porque los de el son perfectos. Si te dijera cuantas veces he pasado con él pensarías que no tengo amigos. Si te dijera que a veces pienso que no lo merezco pensarías que si, tal vez no lo merezco.
Si te dijera todas esas cosas saldría corriendo a decirle que se apartara de mi y de mis ojos cafés, pero te digo algo más, ni aunque le dijeras lo más horrible que haya en tu retorcida cabeza me dejaría, porque me quiere, y yo lo quiero, y no es un amor barato o enfermizo, por primera vez no lo es, es algo puro y perfecto.