Stay with me || Charles Aránguiz #IMNTOO2

Extra 3:"Puch"

Luego de lo que pasó con el Charles en México, me fui en la mitad de la noche antes de que él volviera, me vine de vuelta con el hermano del Eduardo, Camilo que también se tenía que venir, así que por lo menos no estuve diez horas sola en un avión.

                Una semana ha pasado desde lo que pasó en México, y no he hablado con el Charles, él se fue a Europa volviendo a los entrenamientos y todo eso, pero no he recibido ni una llamada de él y eso me duele mucho, yo no sé qué fue lo que le hice para que me trate así. Al principio pensé que todo se trataba de que estaba celoso porque me vio hablando con el Diego, pero creo que era mucho más que eso porque me estaba ignorando y yo no quería que siguiéramos así, él era lo único que yo tenía... tanto así que estoy viviendo en la casa de su mamá porque no tengo donde más ir.

                Hoy llega el Charles de Europa, porque son las vacaciones de navidad... La tía Mariana estaba preparando la casa para la llegada del Charles, preparando comida y recibiendo a toda la familia que estaba invitada a almorzar, yo la estaba ayudando a preparar el almuerzo, pero no tenía ni un ánimo, no quería ver al Charles porque no sé si me odiaba o qué.

—¡Jose! — escuché gritar dos vocecitas, era la Maithe y el Renato que venían corriendo donde mí, los dos me abrazaron. No pude evitar sonreír estos niños eran muy lindos.

—¿Cómo está mi hermanito? —preguntó la Maithe poniendo su mano sobre mi vientre. Sonreí. Charlie jr se puso a patear mi panza, auch, me pegó en una costilla, bebé malo.

—Bien, mira como está pateando— la Maithe sonrió y Renato me abrazó y puso su oreja en mi panza. Le revolví el cabello, era tan lindo, era un mini Charlie.

—¿Y cómo sale el bebé de ahí? — preguntó el Renato. Emm mierda ¿qué le respondo?

—Duuh es obvio por Renato el bebé patea mucho hasta que rompe la guata y después sale— respondió la Maithe. ¿Qué?

—¿Quién te dijo eso Maithe? — pregunté.

—El tío Edu, él me lo explicó todo— solté una risa, las cosas que le decía el Eduardo a los niños.

—¿Jose no te va a doler cuando el bebé te rompa la guata? — preguntó el Renato. Eso era a lo que le tenía pánico, al dolor del parto, por mí que Charlie Jr se quedara por siempre ahí, me daba miedo todo lo relacionado con el parto.

—Sí, me va a doler...—Renato puso cara de pánico— pero los doctores me pondrán algo para que no me duela tanto— eso espero, mataré a la Jaci si no me pone la anestesia, no tengo a Charlie Jr sin anestesia.

—Oigan niños vengan ya llegó su papá— dijo la Camila, la hermana chica del Charles. Los dos niños corrieron a donde el Charles que venía con una maleta. Todos se acercaron a saludarlo y a abrazarlo, menos yo que me quedé parada ahí donde estaba, no hice ningún movimiento, la última vez que lo había visto me trató como las reverendas, y ni siquiera se dignó a llamarme por lo menos para preguntarme cómo estaba su hijo, él sabía que no me podía alterar, pero me hizo rabiar y pareciera que no le importara.

—Hola— se acercó a mí después de saludar a toda su familia. Me dio un beso en la mejilla, un beso frío, sin sentimiento, y me miraba con esa cara de nada impasible.

—Hola—respondí.

—¿Cómo has estado? — preguntó. Con una voz carente de expresión. Ñe, no soportaba esa indiferencia de su parte, pero no había nada que hacer.

—Bien— respondí. Él asintió con la cabeza. Y eso fue todo, luego se alejó a comer lo que su madre había preparado. Quería llorar como una nena, yo no me podía sentar en esa mesa con el Charles. No le importaba a él, así que no tenía sentido. Solo me fui a la pieza.