Chapter 32

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En estos dos meses mis náuseas y vómitos no han mejorado, se supone que deberían durar hasta el primer trimestre del embarazo, pero tengo tan buena suerte que no se han detenido. Lo que si se ha detenido son los llantos, los antidepresivos me están haciendo bien. Es bueno ya no tener esos pensamiento suicidas que tenía hace dos meses, es bueno poder sonreír sinceramente otra vez.

                Una puntada me dio en la parte baja del estómago, estúpido bebé. Según la Jaci es normal dice que mi útero crece y que por eso me dan esas puntadas. Aunque yo no veo que crezca nada, de hecho solo tengo un poco de guata que ni se me nota. Pero la Jaci dice que ha crecido, me hizo una ecografía ayer, ya tengo 15 semanas y dice que el bebé ya es del porte de un limón, mi pequeño limón. Puede que aún no esté feliz con la idea, que aún no quiera a este bebé, pero cada vez siento un poco más de aprecio por él. El cuál se desvanece cuando siento un olor que me revuelve el estómago y me hace ir a devolver toda la comida.

—Jose, entonces ¿vas al ir al cumpleaños de la Jaci? — preguntó el Diego mientras se vestía para ir al cumpleaños de mi cuñada. Yo no tenía ganas de ir, me daba tanta lata ir a un carrete, no tenía ánimos, y menos sin saber qué sería de mi vida, o sea seguía con el Diego, pero él estaba un poco más distante, no sé igual supongo que era raro para él... y lo peor de todo es que no sé cómo decirle al Charles sobre esto. Y cuando mi familia se entere, ay Dios no quiero ni pensar lo que van a decir...

—Me da tanta lata, Diego, mejor me quedo aquí acostada— él bufó.

—Pero Jose, casi no sales de la casa, solo para ir a la universidad y al trabajo, sería bueno que te distrajeras un poco...— suspiré. Ya si igual era verdad que necesitaba salir de mi casa

—Bien, iré contigo, pero porfa no estemos hasta tan tarde— él asintió. Me paré de la cama y fui al closet a buscar algo que ponerme. No tenía ganas de ir toda producida, así que solo me puse un jeans, una polera linda y mis botines con plataforma.

—¿Lista? — preguntó el Diego. Asentí. Me sonrió— te ves radiante Jose— tomé su mano y caminamos juntos hacia el auto. Me abrió la puerta del auto y entré.

                Me sentía ansiosa, ir a un carrete me ponía así, yo nunca iba a ninguno y no sé cómo que me cargaba porque en algún momento la persona que conocía me dejaba sola y ya no sabía qué hacer.

                También estaba ansiosa porque el Tomás y la Jaci eran los únicos aparte del Diego que sabían del embarazo y estoy segura de que mi hermano sospecha ya que me ha preguntado múltiples veces que cuando le diré a la familia y yo no sé qué responder porque no tengo ni idea porque no sé que les diré ni cómo les diré...

—Diego, esto se me está empezando a notar—dije apuntando mi guata. El Diego frunció el ceño. —¿Qué le vamos a decir a nuestras familias cuando lo noten?

—No sé Jose, digámosle lo que tú quieras, si quieres les digo que es mi hijo, pero no creo que sea lo correcto, tienes que hablar con el Charles, Jose— dijo como si no le importara.

—Oye Dieguito ¿qué pasa? ¿Ya no quieres estar conmigo? ¿Me vas a dejar por esto? — pregunté. Me miró fijamente unos segundos, luego volvió a poner la vista en el camino.

—Jose, en verdad no sé, siento que tú no quieres estar conmigo y además lo mejor para ese niño es que esté con su papá, que tenga una familia...

—Diego yo...

—No, Jose, hablemos después mejor, no quiero escuchar nada sobre ese tema ahora, solo quiero divertirme un rato—suspiré. El Diego me odiaba. Quizás lo mejor era no estar más juntos, pero me daba mucho miedo la vieja, mi suegra.

Stay with me || Charles Aránguiz #IMNTOO2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora