Me caso: ¿con la flaite? (Editando)

Capítulo 30

Corro detrás de ella y me pongo de rodillas, ella se da vuelta y me mira sería pero en su rostro se nota que esta a punto de llorar. Solo nos miramos y no nos decimos nada, de un momento a otro ella cae quedando a mi altura y comienza a llorar al igual como lo estoy haciendo yo.

-¿Todo se termino?- pregunto mientras tartamudeo, ella asiente sin mirar mi rostro- ¿puedo darte un último beso?- digo mientras me comienzo a acercar a su boca pero ella retrocede- ¿puedo darte un último abrazo?- pregunto, ella me mira a los ojos y puedo ver rabia y tristeza en ellos, pero en vez de rechazar e irse asiente. La abrazo como nunca antes lo he hecho con otra persona, se que ya la he perdido ella no me ama a mi como yo la amo a ella, pero si la dejo en paz unas semanas y lo vuelvo a intentar después quizás ella quiera ser... mi amiga.

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Cuando llegamos al Aeropuerto y esperamos para tomar el vuelo, pienso que quizás no estuvimos destinados para estar juntos, quizás yo no la ame de verdad y solo sea atracción y lo hago todo por la herencia, quizás esto es mejor para conocer a una mujer que sea de mi tipo pero en realidad es que estoy pensando cosas que no son verdad ella es la mujer que tanto amo, ella me abrió los ojos, ella me iba a dar un hijo y lo mejor de todo es que estaba feliz y no porque fuera a obtener la herencia.

-Maickol- dice ella sacándome de mi transe.

-¿Qué sucede?- pregunto mirando sus ojos.

-Nos están llamando- dice y comienza a caminar.

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-¿Te puedo preguntar algo?- le pregunto cuando ya estamos en el avión.

-Si- dice mientras mira por la ventana.

-¿Fuiste feliz mientras estuviste conmigo?- pregunto.

-Si- responde ella mientras me mira y trata de sonreír, pero sus ojos se cristalizan y mira hacia la ventana.

-Yo también pienso que fuiste una buena esposa, tu eras la que me alegraba el día, con esos juegos locos y con esas bromas que nos hacíamos- digo- aun recuerdo, cuando me hiciste cantar una canción en un parque mientras estábamos en los columpios, recuerdo que se llamaba Brandon que escuchabas en la radio- digo y veo como ella ríe recordando.

-todos te miraban como si estuvieras loco - dice riendo.

-Fueron los mejores momentos que he pasado con alguien- digo y ella para de reir- me hiciste el hombre más feliz, te voy a extrañar.

-Yo.. Creo que... Mejor voy a dormir- dice mientras se acomoda.

-Esta bien- digo en susurro. Desde que salimos de esa habitación ella no me a vuelto a decir una mala palabra, solo me dice frases cortas y lo único que espero es que me diga Florencio o al menos que me diga weon.

Entonces ella nunca lo hizo porque me amaba, ni mucho menos por el dinero si no que lo hizo todo por su madre y mi plan fue hacerlo por la herencia pero ahora me importa una mierda todo lo que tenga que ver con ese dinero solo la quiero... A ella.

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Han pasado dos meses desde el viaje, dos meses desde que no la he vuelto a ver y dos meses desde que no he salido de este departamento ni mucho menos de mi habitación, además en tan solo dos semanas terminan las clases y lo peor de todo es que ella ya me mando los papeles del divorcio.

-¡Maickol!- grita el Hans desde el otro lado de la puerta.

-¿QUÉ?- grito ya cansado de que vengan y traten de subir mi ánimo.

-¡TIENES QUE SALIR DE UNA MALDITA VEZ DE ESTE LUGAR!- grita el Wladi- ¡TIENES QUE OLVIDARLO TODO!- vuelve a gritar, yo enojado me levanto y abro la puerta.

-¡YO LA AMO!- grito- siento que no puedo vivir sin ella- susurro, y siento como caen lágrimas por mi rostro.

-Tienes que saber esto- le dice el Hans al Wladi y yo los miro.

-¿Qué sucede?- pregunto con la voz entre cortada.

-La Lina tiene pololo- dice el Wladi.

-¿Qué?- pregunto, aunque ya se lo que he escuchado pero necesito escucharlo de nuevo.

-Ella tiene pololo- responde el Wladi. Yo solo lloro sin saber que responder, pienso muchas cosas y una de ellas es la que decido.

-Me voy- digo y me dirijo a buscar mi maleta y un poco de ropa.

-¿A donde vas?- pregunta él Hans.

-Lejos de aqui.- tomo unos jeans y unas camisetas.

-¿Por que?- pregunta el Wladi.

-Nunca tuve que haber aceptado esa herencia y mucho menos tengo que llorar por una mujer la cual no me ama- digo tratando de sonar firme.

-¿Te arrepentí de haberla conocido?- pregunta la Cleo entrando a la habitación.

-No, me arrepiento de no haberla podido enamorar- digo y la miro a los ojos.

-Entonces te deseo suerte- dice ella y me da un abrazo- porque cuando volvai de ese viaje quiero que te hayai olvidado de ella.

-Lo intentare- digo, cuando tengo todo guardado tomo dinero que he ahorrado, me despido de los chicos y camino hasta llegar a la calle, hago parar un taxi- al Aeropuerto, por favor- pido y siento como mi corazón se encoge.