𝙎𝙪𝙧𝙧𝙤𝙜𝙖𝙘𝙮 || Malum

two Month

Two Month

Para michael la noche se hizo demasiado larga para su gusto, no consiguió pegar ojo. Su cabeza no dejaba de pensar en Calum mientras miraba al techo. ¿Se había entrometido en su vida? El solo quería ayudarlo, como hacen los amigos, pero no había caído en la cuenta de que ellos no eran simplemente amigos.

Habían tenido relaciones sexuales en dos ocasiones, ¿Eso los convertía en amantes? ¿O en amigos con derechos íntimos? Era un hecho que no podía dejar de pensar en Calum, por lo que optó a levantarse de la cama sin ningún plan y caminar hasta el dormitorio principal donde se encontraba el moreno. No se molestó en llamar en la puerta, simplemente entro sin pensárselo dos veces sin tan siquiera imaginarse lo que podía sucederle tras su repentina acción. Esperaba plantarle cara, y poder hablar con el seriamente sobre lo que pasaba. Sin embargo, cuando se acercó a la cama encontró a Calum dormido bajo las sábanas, abrazándose a sí mismo y con los ojos más hinchados de lo normal.

- Eres un cabezota...¿Lo sabías?.- Susurro Michael aun sabiendo que no lo escucharía. Con sumo cuidado acerco su mano a la mejilla del moreno para acariciarla suavemente, estaban frías debido a las lágrimas que habían recorrido estas. - No debes guardarte las cosas, porque un día puedes explotar, y si no hay nadie a tu alrededor te sentirás aún peor. Pero no te preocupes, durante los siguientes meses me tendrás a mí para cuidarte.- Susurró de nuevo dejando un suave beso en la frente del mayor. Volvió a arroparlo como estaba inicialmente, pero esta vez se tumbó a su lado abrazándolo. No permitiría que sufriera más, pues después de todo fue Calum el único que lo trataba bien, a pesar de ser sólo un trabajo.

Cerró sus ojos no sin antes mirar una vez más el rostro de Calum. Sonrió dejándose llevar por el sueño, y la cálida sensación de tranquilidad al tener a Calum en sus brazos hasta caer dormido.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue el mayor, sentía su cabeza doler y por si fuera poco su estómago estaba revuelto. Pero eso no fue lo que le sorprendió, sintió unos brazos en su cintura que no lo permitían moverse. Se volteó para ver a Michael con los ojos abiertos.

- Te ves más tierno cuando duermes.- Susurró somnoliento, con una pequeña sonrisa.

- ¿Qué haces aquí?.- Pregunto fríamente, aunque no fuese su intención.- Perdón, anoche yo ...

- Está bien, todos tenemos un mal día.- Musitó atrayendo a Calum de nuevo a su lado y cerrando los ojos.- Lo importante ahora es que estés relajado, podemos hablar luego de eso tranquilamente.

Calum por su parte no dijo nada, aún estaba algo sorprendido. Después de cómo se había comportado con michael no se había enfadado, todo lo contrario. Había pasado la noche con él.- Gracias Mikey....- Murmuró aferrándose al teñido, y cerrando suavemente sus ojos.