Entre un millón de amigos (BEFF#1)

Pese a todo los quiero.

- ¿Enserio me perdonas cariño? ¿No es una broma? -me pregunta Sara, sorbiendo de la nariz.

Por Dios, ¿dónde dejaste a la refinada Sara West?

Creo que en el hospital.

-Si mama te perdono, pero que conste que  no te perdono otra. -le advierto.

NOTA METAL PARA LA LIFE: recordar la advertencia hasta el final de mis días. FIN NOTA MENTAL.

Estas taaaaan loca. No se como te soporto.

¿Sabes mente? Lo mas gracioso de nuestras discusiones, es que, técnicamente estoy discutiendo contigo misma, tu creas las discusiones. ¿Te das cuenta de lo patética que te vez?

...

Lo sabia, te quedarías en blanco.

.

¿Un punto?

PUNTO FINAL A NUESTRAS DISCUSIONES, UN GUSTO CONOCERTE.

Ya bueno, haré como que no me siento abandonada.

-Ay hija, eres lo mas importante que tengo, perdóname, soy pésima madre, perdón, perdón, perdón. Soy mala madre. Soy mala madre. Soy mala madre. Perdón, perdón, perdón, per..

- Mama cálmate. -le digo algo preocupada. ¿Es normal que repita como loro? Que alguien llame al 911.

- Lo siento hija, es solo que estoy muy ansiosa. -me responde. Oh, oh. No me digan que va a tener un ataque de ansiedad, por favor. - Pero tranquila, no tendré un ataque de ansiedad. - repone rápidamente al ver mi cara de espanto. Uff, menos mal.

- Perdón mamá. - digo con voz baja.

-¿Porque de disculpas Beth? Tu no has hecho nada. - pregunta confusa.

-Te trate muy mal madre. Fui muy mala hija. Me comporte como una auténtica cría  y no lo soy. Debo empezar a mirar el mundo con los ojos de otras personas, empezar a ponerme en su lugar. - respondo ahora con las lagrimas brotando como río a travez de mis ojos.

- No Beth, no eres mala hija, eres una muy buena hija. Créeme, yo también me hubiese comportado de aquella manera. Estoy orgullosa de ti, has aprendido una lección. - me dice con una sonrisa tímida en los labios mientras distingo sus lagrimas.

-¿Que lección?

- Hija, aprendiste que el mundo no siempre es color rosa, también tiene su lado negro. Me alegro mucho de que hayas podido entender. Además,aprendiste que hay veces que hay que ponerse en el lugar de los demás y ver el mundo con los ojos de esa persona. Porque aunque no lo creas, todos tenemos una distinta manera de mirar el mundo. Unos los ven blanco y negro, otros como un mundo de papel, mientras que otros lo ven como una explosión de colores. Todos tenemos una distinta visión, yo lo veo como bien y mal, mientas que tu tal vez aún lo vez tal cual es, pero te aseguro que con el tiempo, tu visión del mundo será completamente distinta. - dice mamá antes de pararse de la cama, secarse las lagrimas y caminar hacia la puerta. ¿Porque lo hace con tanto silencio?

Veo como mama cuenta con los dedos hasta tres, y habré la puerta de un tirón. Guau. Eso si que no me lo esperaba, pero somos los Thompson, claramente eso iba a suceder. Susan, Adam, los mellizos, Dylan y papa están en el marco de la puerta y por el brusco tirón de mamá, los seis caen de golpe directo al piso.

-¡Auch! -se escucha por su parte. Se lo merecen.

-¿Se puede saber que estaban haciendo? - pregunta mama tratando de parecer seria, pero fracasa, porque se ríe. Vaya, eso no me lo esperaba, ella jamás ríe. Es un sonido suave, como un tintineo de suaves  campanillas.