Ataques

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-Solo dame un minuto mas por favor...

-Esperaré abajo.-mi padre se alejo de la puerta del baño para dirijirce al pasillo que daba a las escaleras par bajar.

40 minutos antes...

Abrí el grifo del lavabo para introducir la colilla del cigarro y después meterlo en una bolsita pequeña de plastico negra.
Era domingo 8 marzo del 2015. Cada quince días asístiamos a casa de mis abuelos por parte de la familia de mi madre.

Eran las 12:30 p.m, se suponía que ya teníamos que salir de mi casa a las 11. Mi padre siempre a sido muy estricto en los horarios, si decía que saldríamos el dia de mañana a las 8:00am tendríamos que estar preparados 20 o 10 minutos antes de las 8.
Pero en esta ocasión sucedió algo inesperado. Antes de salir le pedí a padre que esperara unos momentos, ya que había olvidado mis auriculares en el lavabo.
Cuando entre al baño y vi mis auriculares en frente del espejo, los tome haciendo caso omiso a lo que se reflejaba en el espejo, pero fue tentador no hacerlo. Cuando me vi reflejada una oleada de sudor en frío me recorrió todo el cuerpo, mis manos empezaron a sudar y mis ojos a humedecerse.
Salí del baño lo mas rápido que pude para dirigirme a mi habitación y sacar de bajo de mi cama una cajita de porcelana blanca y de ella una cajetilla de cigarros rojos; regrese al baño rápido antes de que uno de mi padres subiera las escaleras buscándome por haber tardado tanto y ver mi cajita de cartón secreta. Cerré la puerta de un portazo, no sin antes ponerle el pestillo y de la forma anterior hacerlo con tanta fuerza ya que la manija estaba atorada y costaría mas trabajo cerrarla sin hacer ningún ruido.

Mi mente realizo unas cuantas marometas para dejarme mareada y aun con la respiración agitada. Me agache para abrir una de las pequeñas puertas rosadas que estaban a bajo del mueble en donde sostenía el cuenco para que callara el agua. Removí entre el papel higiénico y los jabones en barras o líquidos hasta que vi un cilindro pequeño color rosa en donde guardaba como un aceite transparente que en este caso lo hace a ver rosa gracias al enbaze. Me senté en frente del inodoro observando el protector rosa pálido que lo cubría.
Mi lagrimas corrían y unos sollozos silencioso no tardaron aparecer.

De la cajita de cartón color rojo saque un cigarro con la colilla amarilla y la columna del tabaco, enrollado en papel blanco, con una tira platea, lo posicione entre mis dos labios y sin esperar un segundo mas prendí el encendedor y lo puse en la columna para que después de unos segundos absorbiera un humo blanco que se dirigió a mis pulmones para despues sacarlo y admirar el color blanco potente que tenia el humo.

-¿Por que tardas tanto hija?, tu padre se esta desesperando, si no te apuras se va a enojar.- dijo la voz de mi madre con una voz nerviosa e insistente.

Respire hondo y solté unas palabras en susurro para escuchar que tan bien se escuchaba mis voz para contestarle y no querer darle la iniciativa de que entre, ya que tenia un cigarro quemado a su casi medio por acabar.

-Esta pasando de nuevo mamá.

-Le avisare a tu padre.

Escuche los pasos de mi madre descender en las escaleras. Minutos después escuche como tocaron la puerta y la voz ronca de mi padre se escucho al otro lado.

-¿Que paso hija?, ¿Estas bien?.

-Esta pasando de nuevo papá, y no había pasado en mucho tiempo.

-Estare abajo subo en rato.

Escuche como mi padre descendía y hablo con mi madre, para después escuchar gritos y golpes secos de cosas que probablemente fueron objetos que mi padre le habrá aventado a mi mamá.

Cuando tenía 6 año asistía a mi primera escuela de paga, personas que tenían demasiado dinero asistían. Mis padre anteriormente no tenían los suficientes recursos para pagarme una escuela de tal precio. Cuando llegué no tuve ni que pensarlo dos veces cuando le decía a toda la escuela que venía de una escuela pública, después de mi llegada había cumplido un mes y ya era un total infierno. Mis compañeros solían aventarme cualquier tipo de objeto que pertenecía a la basura, cuando lo hacían solían gritar: "Regresa del basurero de donde viniste" o "Ewww no la toques, es una basura, te va a contagiar su pobreza", después de casi 3 años de aguantar sus burlas y un par de golpes, decidí decírselo a mis padres. Optaron por cambiarme de escuela...pero eso no evitaban mis ataques de pánico en la noche, cuando les conté lo que me ocurría decidieron por llevarme a un psiquiatra.
Estuve en tratamiento por 2 años...

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