Demons.

2.

El sol se esparce por todo el cuarto, no puedo evitar sonreirle, y es qué, no puedo evitarlo, siento que es parte de mi, siento que es parte de mi ser.

Aprieto el cuarzo morado que cuelga de mi pecho levemente, su tacto me reconforta, me hace sentir segura.

El primer día de academia pinta bien, siento un pequeño retortijón de barriga. Me levanto corriendo de la cama, las sabanas caen al suelo y Cami corre hacia mi, pasa su lengua por toda mi cara y su cabello peludito me hace sentir que tengo un pequeño peluche entre mis brazos.

Salgo a la sala con mis medias puestas, me hago un moño mal hecho y saludo a Teressa.

Teressa es mi tutora, está encargada de mis estudios y cuidados, mi padre asegura que estará conmigo hasta los 20, aunque si por mi fuera, estaría conmigo para siempre. Es una mujer delgada, sus ojos son dorados (dice que son naturales pero yo no le creo ni pizca) su cabello es ondulado y a veces parece que cambiase de color de noche. Sonríe con cariño y me da un abrazo.

—April hay tostadas y jugo de limón, las lecciones de química avanzada comienzan a la 3 y media, tienes exactamente 1 hora y media para comer y descansar luego de llegar de la academia.- golpea la mesa con dureza y me estremezco, a veces siento que me entrena para un combate.

—Llegare lo más rápido que pueda Tessa.-

Corro a mi habitación y me coloco una falda y un suéter, unas zapatillas y dos colitas a los lados, me coloco mis anteojos y salgo corriendo para llegar temprano.

De camino noto que muchos de los chicos que asisten a la Academia de prince son muy extraños, noto en total que hay 3 chicos con un tatuaje en el mismo sitio, detrás de su oreja, es un circulo y dentro de esta un símbolo que no logro identificar.

La piel se me pone de gallina y mi cuarzo comienza a pesar un poco, lo aprieto nuevamente y me obligo a pensar positivo.

Me adelanto para llegar al salón 115, donde se supone que iniciarían mis clases de física, para luego irme a mi casillero y buscar mis libros de biología, tenia un pequeño miedo en el estomago ¿ser aceptada? o ¿no?

Aunque de apurarme no pude dejar de notar a uno de esos chicos extraños que al parecer era el cuarto del grupo de los tatuajes raros, su piel era muy pálida, su rostro daba la impresión de que estuviera sufriendo, aunque no quitaba que era muy guapo, sus ojos eran negros, muy negros de hecho, con un pequeño destello gris, como si su alma intentara salirse de él, su cabello era rubio, o más bien un rubio cobrizo, estaba muy ejercitado y no pude evitar suspirar, aunque automáticamente volteo y se quedo mirándome, y de mirar así a cualquier chica esta se hubiese sonrojado pero yo sostuve su mirada.

Recorrió cada centímetro de mi cuerpo con la mirada, no me sentí incomoda, me sentí intrigada, un chico tan guapo mirándome como si quisiera matarme? estaría loca de pensar así, bufó enojado y golpeó el hombro de uno de sus amigos y salió embalado para uno de los salones, en el momento en el que se alejó sentí como su hubiese perdido un peso de encima pero la pregunta es ¿qué peso podría perder? si nunca sentí nada al verle.