ChanYeol manejaba rápidamente sin fijarse muy bien por donde iba, bueno en realidad no le importaba. Solo podía escuchaba aquellas estúpidas sirenas de patrulla más y más cerca de el, lo que ponía sus nervios a flor de piel.
Sumido en sus pensamientos no se dío cuenta de que el semáforo estaba en rojo, sólo sintió un impacto y vió a un chico caer al suelo justo en frente del auto. Asustado bajo del coche, vió al joven con unos pocos raspones y moretones en su rostro.
- Mierda...- Escuchó las sirenas más cerca y los murmullos de las personas que eran testigos del accidente, cargó al chico en brazos y lo metió en la parte de los asientos traseros.
Subió y puso el auto en marcha a la misma velocidad que iba, pero con más precaución y con cuidado de no atropellar a otra persona. Las sirenas de la policía se hacían cada vez más lejanas, cuando ya no escuchaba nada más que los autos en marcha directo a sus destinos, decidió bajar la velocidad. Suspiró de puro alivio y se acomodó mejor en el asiento, movió un poco el espejo para poder ver al chico que tenía en la parte de atrás. Pensó llevarlo a un hospital, pero eso sería arriesgar su pellejo y no pensaba hacerlo, así que solo decidió llevarlo a su humilde casa.
Manejó tranquilo hasta su hogar, al llegar bajó y rodeó el coche para abrir la puerta de los asientos traseros, movió al chico por la pierna para que despertaste al no ver respuesta por parte de este lo movió con más fuerza de la necesaria casi al punto de tirarlo del asiento y no, no quería que el niñato se hiciera más daño y peor aún ambas por su culpa, rendido tomó al chico por las piernas para juntarlo más a el y así poder cargarlo como a un saco de papas.
Con difiultad abrió la puerta de su pequeña pero cómoda casa y se adentro en ella, dejó al mocoso acostado sobre el sillón y fue directo al baño para traer su botiquín de primeros auxilios. Cuando regreso el chico ya no estaba donde lo había dejado, puso lo que traía en las maños sobre la pequeña mesa de centro que había y busco por casi toda su casa, habitaciones, sala y por último la cocina, donde encontró el menudo cuerpo del chico intentando abrir la ventana para poder salir.
- Que haces?...- Dijo con voz fuerte para que el chico lo oyera, vió como el chico se tensó y dio la vuelta.-
- ¿Qué...?
- ¿Qué haces?- Volvió a preguntar con el mismo tono de voz autoritario.-
- Ah...yo no hago nada...yo- Lo vió detenidamente - Solo quería un poco de aire...si eso.
- Bueno pues ven para que cure las heridas que tienes...y así puedas tomar tu aire fresco.- Le dío la espalda y caminó hacia donde había dejado el botiquín.-
- Bien...
Se sentó en el sillón comenzando a sacar lo necesario, alcohol, gasas, algodones, y demás utensilios. Despegó la mirada de lo que hacía y lo primero que vió fue como el desconocido miraba el lugar con curiosidad, con el ceño funcido habló.
- ¿Qué tanto miras?.
- ¿Yo?... nada.
Puso los ojos en blanco decidiendo no darle importancia. - Ven aquí, para que pueda curar tus feos raspones.
- Si, voy.- Se sentó a lado del joven más alto, acto seguido vió como agarraba el alcohol y vertía un poco de esa sustancia en la gasa.
- Bien, esto arderá un poco. -Comentó ChanYeol al castaño antes de limpiar "cuidadosamente" las heridas del más bajo haciendo que este se quejara.
- Me duele...
- ¿Acaso dije que sentirías cosquillas?
- No. Pero se más cuidadoso no seas tan bruto. - Comentó antes de que el más alto se detuviera.
- ¿Bruto?, por Dios, todavía que te salvo de morir en la calle me dices que sea cuidadoso, es increíble.
- ¡¡Te recuerdo que tú me atropellaste!!.
- ¡Por mi te hubiese dejado a tu suerte!.
- Bien, pues gracias por todo y perdón por las molestias.
Dijo esto último para después levantarse del asiento y salir de la casa del alto no sin ates cerrar la puerta de un portazo, sin embargo el pelinegro decidió no tomarle importancia, acomodó las cosas de botiquín y fue al baño a dejarlo en su lugar, se dirigió a su habitación para por fin descansar de ese horrendo día.
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PLACA NÚMERO PCY6104
FanfictieBaekHyun lo único que sintió antes de quedar inconsciente, fué sentir como algo impacto contra su cuerpo Hasta hacerlo caer fuertemente al frío piso, divisar el número de placa y después nada, todo se volvió oscuro ante los ojos del delicado joven. ...