Capítulo 7

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Ya es sábado por la mañana de esa misma semana. Son las 10 de la mañana, 3 de la mañana en Estados Unidos.

Pues le llamo, porque por su culpa no puedo dormir y esto ya no es justo.

El lunes cuando he llegado a clase todo el mundo me miraba, y la mayoría de acercaba a mi, pretendiendo que algún día les presentase a mi presunto "novio". Y yo les decía: que no es mi novio. Y ellos no me creían. Pero lo peor no ha sido eso.

Me siento con ellas, en el grupo somos unas cuantas, y ahora mismo todas sus miradas están clavadas en mi.

-no te digo que nos lo cuentes todo, pero te has pasado.

-ya, es que de verdad¿creías que no nos daríamos cuenta?

Cosas como esas me atacaron durante los quince minutos de recreo, que por una vez, deseé que se acabaran. Ni si quiera dejaban que contestase a ninguno de sus comentarios y preguntas, y desde entonces no me han vuelto a hablar.

Y eran mis amigas, unas más que otras, pero lo eran. Y sabían todo sobre mi... Y ahora estoy sola. Y es todo por su culpa. Así que le llamo.

Pasan diez segundos hasta que el contesta al otro lado de la línea:

-¿si? -tiene una voz rara, hasta que mira quién es la que le llama, entonces sonríe -eh, saliste genial en la foto.

Me había prometido relajarme. Me había prometido no gritarle mucho, o al menos intentarlo. Pero es que me pone de los nervios, así que le grito y le cuento todo lo que por su culpa ha cambiado en mi vida.

-Silvia -me interrumpe.

-¿¡qué?! -grito.

-aquí son exactamente las tres y cinco de la mañana. ¿Quieres tranquilizarte?

-¿quieres arreglar esta mierda?

-lo haré pensaré algo pero ahora...

-ahora es cuando me vas a dar una solución.

El resopla. Yo resoplo.

Tarda cinco minutos en responder y darme una solución, y yo llego a pensar que se ha dormido, pero no es así:

-¡ya se!

-dime.

-a ver, yo este miércoles tengo que ir a España- Madrid porque me han invitado a un programa que se llama El Hormiguero el jueves, para patrocinar la película que voy a estrenar,¿lo conoces?

-si, claro.

-bien pues antes de ir a Madrid voy a Oviedo, te recojo y vamos juntos y me esperas en el camerino mientras el programa porque me dejan llevar a una persona, así que después de eso habrá periodistas y les decimos la verdad y se acabó.

Dice todo eso casi sin respirar. No es un mal plan del todo, pero ...

-no.

-¿por qué?

-no van a dejarme.

-seguro que prefieren que vengas conmigo tres días a que todo el país te persiga para decirte que...

-vale lo he pillado, ¿me juras que sí lo hago se arreglará todo?

-eso espero.

-¿me lo juras?

-que si... Valla ganas que tienes de librarte de mi anda...

Sonrío, pero quiero parecer enfadada así que:

-¿y qué pretendes decir a los periodistas?

-la verdad.

-¿y cuál es la verdad?

-oye, son las tres de la mañana...

-son las diez de la mañana.

-te he dado la solución, ¿puedes dejarme ir a dormir por favor?

Y a mi me entra la risa.

-¿ahora te ríes?todo el rato intentando que te rías y nada y ahora...

-venga vete a dormir anda, adiós.

-nos vemos el miércoles por la tarde.

Y le cuelgo.

<<ambos intentan dejar de pensar en el otro y seguir como sí nada, pero creerme, que ninguno lo consigue durante unos minutos.>>

A la hora de comer le cuento a mis padres lo planeado, también están ahí Carla y José que flipan tanto como yo cuando escuchan esto:

-nosotros solo queremos que esto vuelva a ser como antes, y estamos dispuestos a dejarte. Pero sólo si prometes que serás sensata.

-lo seré, lo juro.

Y les abrazo, por fin. Por fin se acabará todo este rollo que no ha causado más que problemas.

Miércoles por la mañana en el colegio. Rob vendrá a buscarme esta noche y ya tengo preparado todo. Sólo esperó que después de esto todo vuelva a ser normal. Odió estar sola en los recreos.

-hola tía. -es Patricia.

Me sorprende que venga, pero al fin y al cabo ella es la mejor amiga que he tenido. Quizás quiera hablar de todo.

-hola.

-siento que te estemos haciendo esto, yo solo quiero la verdad.

-ya os la he contado.

-si, he hablado con tu hermana, también me ha dicho que hoy te vas de viaje con el para arreglarlo todo. Te echo de menos, tía. Y yo que se, te prefiero a ti que a todas ellas juntas.

Le abrazo. Por fin. Yo también la prefiero a ella que al resto, de las trece chicas que somos, sólo ella y otras cuatro son verdaderas. Pero sólo ella me ha comprendido.

-bueno, a ver ahora habla conmigo, ese tío tan bueno esta ligando contigo, ¿verdad?

-no, no es eso... - y nos reímos.

No es eso. O si.

-¿y el a ti que? Te gusta.

-no.

-te conozco. Además te estas riendo.

Y así seguimos. Y le doy gracias por todo esto, por estar conmigo. Porque se que esta historia es difícil de creer...

Llegan las 8 de la noche, le he dado mi dirección, debería estar aquí ya...

Cinco minutos después llega. Me despido de mi familia y me voy con el, no llevó muchas cosas, sólo una pequeña maleta pero es suficiente.

-bueno, ¿preparada?

Me mira, le miro. Me sonríe, le sonrío.

-todo esto es por tu culpa... Si...preparada.

No es ni para qué, ni si realmente estoy preparada, pero me gusta lo que voy a hacer. Y me gusta con quien voy a hacerlo, sobre todo.

Hablamos mucho en el viaje, y la verdad que es divertido estar allí con el, y cuando llegamos al hotel me asombro.

Nos dan una llave para cada uno y al entrar en el ascensor el me pregunta:

-¿te gusta?

-¿estás de coña? Es genial...

-es el mejor hotel que encontré... Pero casi todas las habitaciones para dos estaban llenas. -me dice, mientras abre la puerta de nuestra habitación durante los próximos días.

-¿a qué te refieres?

Entro en la habitación. Luego entra el.

-a esto me refiero.

Una habitación muy parecida a la del hotel de Los Ángeles, pero está más grande y lujosa... Pero eso si, la habitación tiene una sola cama, al igual que la del hotel de los Ángeles.

Oye, te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora