Prólogo

1K 29 3
                                    

No se exactamente en que punto del día llegue hasta ahi, eran las 16:48 en mi celular, algunas personas caminaban por la avenida Saint Denis, yo mas bien deambulaba, no tenia conocimiento exacto de que hacia ahi, pero ahi estaba, de pie frente al rio Des Prairies, llevaba unos jeans y una sudadera de los yankees, el pelo recogido en una trenza, y mis converse blancos favoritos, en agosto en Montreal no hace mucho frío, la temperatura era de unos 23 grados, así que no debería haber tenido frío, pero lo tenia.

Hacia 2 años me había mudado con Jason a Canada, yo soy de Phoenix, así que prácticamente era como si me hubiesen metido a un congelador, siempre tenia frío, era normal, viniendo de una ciudad donde la temperatura mas baja eran 50 grados -aunque es realmente exagerado decirlo- me case con Jason en julio del 2012, teníamos para entonces 3 años de novios, nos habíamos conocido en la universidad, yo estudiaba arte en la Universidad Estatal de Pensilvania,y el Administración de Empresas.

La primera vez que lo vi no fue mucho de mi agrado, para ser sincera no fue para nada de mi agrado, tenia pelo castaño, ojos pequeños y marrones, media al rededor de 1.76 y era delgado, fisicamente no era feo, pero simplemente no era mi tipo. El fue el primero en hablarme, la verdad es que yo jamas lo hubiera hecho, no porque fuera tímida, en realidad era todo lo contrario, pero simplemente no me llamaba la atención, hasta podría jurar que ignoraba su existencia. En fin, un día de febrero, regresando a clases después de el descanso de cambio de semestre, estaba en el area social de fumadores de la escuela, se me acerca; - hola buenas tardes, me podrías prestar tu encendedor si no es molestia - su tono era amable pero a la vez tímido, no se y nunca supe si el encendedor fue pretexto o realmente lo ocupaba - si claro - conteste ingnorandolo por completo, los siguientes meses tuvimos varios encuentros casuales, la mayoría en la escuela y en una que otra ocasión coincidimos en un bar, pero era solo eso, coincidencias.

Nuestra historia comenzó realmente una vez que el se ofreció llevarme a Phoenix para Thanksgiving, deje todo a ultima hora y ya no pude conseguir un ticket de avión, así que dos días antes me lo tope en un restaurante cercano a la escuela.

¿Te iras con tu familia a pasar las fiestas?- pregunto con el fin de entablar conversación-.
La verdad ese era el plan - conteste con tono preocupante - pero realmente ya no se.
¿Y? A que se debe la duda - volvió a formular pregunta - ya se no me lo digas, padres locos, hermanos desquiciados, tíos alcohólicos - y soltó una carcajada, como si eso fuera un chiste de verdad - Disculpa no fue mi intención ofender.

La verdad es que no me ofendió, pero tampoco esa era la verdadera razón por la cual ya no sabia si iría a casa para la celebración.

No, la verdad es que deje todo a ultimo momento, y no pude conseguir boleto de avión, así que a menos que alguien se apiade de mi y decida cederme su asiento en algún vuelo, creo que tendré que pasarlo aquí. -en ningún momento esperaba que alguien se apiadara de mi y me cediera su ticket de avión.

Sabes algo Jules, mi regalo de thanksgiving sera llevarte a que pases una alocada cena con tu familia - lo dijo enserio, sonreía con su perfecta dentadura, pero era serio con su propuesta-.

-Solte una carcajada, creo que nadie había sido tan simpatico y amable conmigo en mucho tiempo - Estas realmente loco, digo, si sabes que son 33 horas en carretera ¿no? - jamas pensé que hablara encerio, quien estaría lo bastante loco para manejar 33 horas para llevar a una chica que no conocía demasiado-.

Bueno, mira si salimos ahora mismo llegamos a tiempo para que cenes con tu familia - su expresión era seria, es decir, el hablaba de verdad-.

Hace tiempo no tenia un aventura, o actuaba sin pensar, así que sin analizarlo mucho decidí aceptar, que era lo peor que podia pasar en 33 horas de carretera, que nos sirvieron para conocernos, enamorarnos y 3 años después casarnos, siempre eh pensado que las cosas nos ocurren en el momento justo, no antes, no después, y que hay que tomar riesgos para poder alcanzar la felicidad, así que nunca me e arrepentido de nada, todo a sido para un fin, todo tiene su razón de ser, aunque en el momento no podamos entenderlo.

Como decir adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora