Prólogo.

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Comenzando con una nueva historia, tenemos como personaje protagónico a Judai Yuki, un joven ya de 19 años de edad, de cabellera chocolate y pupilas de la misma tonalidad; posee un carácter infantil y en ocasiones adorable.
Tiene una vida normal como cualquier universitario de su edad y estudia gastronomía en la ciudad de Domino en Japón.

Hace poco mantenía una relación amorosa con Asuka Tenjoin, su mejor amiga desde pequeños, pero las cosas se tornaron bastante trágicas en los últimos meses y así, en una tarde de agosto (a unos días de su cumpleaños), Judai pudo encontrar a la que era su amada novia teniendo relaciones sexuales en el departamento que compartía con ella.

¡Oh!, probablemente aquello no le habría afectado de no tratarse de su mejor amigo, Jun Manjoume, el que le "bajara" a la novia.

A partir de ello todos sus amigos se habían percatado de que Judai se había vuelto más introvertido e incluso pasaba más tiempo en el mundo virtual.

Aquel incidente le había marcado, pero no podemos asegurar que fue para mal, ya que en una pagina cualquiera de internet pudo conocer a un chico bastante agradable que parecía siempre querer escucharlo cuando le necesitaba.

Siempre era radiante, parecía ser un buen chico.
No fue, sino pasados unos meses, que pudo mirar por primera vez el rostro de aquel apuesto adolescente procedente de Escandinava, de unos hermosos ojos jade y cabellera verduzca claro.

Peligroso en demasía el hecho de intercambiar ese tipo de datos, pero a Judai la presencia de Johan, el estudiante de botánica que había conocido, no le causaba alteración alguna.
Por el contrario, cada charla con aquel apuesto y sencillo chico le propiciaba una sensación de calma que no había sentido desde hace bastante tiempo, incluso antes de Asuka.

Sí tan sólo Johan fuese mujer, definitivamente se habría enamorado de ella.
Pero no era así. Simplemente no podía enamorarse de él.

Pero contrario a todo parametro, Johan era un hombre qué, después de un año de amistad virtual, decidió declararle sus sentimientos 100% románticos al asiático.

El castaño no supo ni qué reacción adoptar luego de aquel atrevimiento.

Pensaba en dejar pasar el hecho de que su amigo se enamorase de sí, y dado que Johan jamás le exigió una respuesta por miedo a perder su amistad, el tiempo transcurrió, dejando en el olvido aquel asunto...
O al menos así debió de ser.

Contrario a los planes de ambos adolescentes, la universidad de Johan le dio un bono como mejor estudiante y le otorgaron la posibilidad de pasar solamente cinco días en la nación que él quisiera con el único fin de recopilar información útil para las investigaciones de su proyecto semestral.

—Dame sólo cinco días para enamorarte–Fue lo que le dijo Johan a su amigo japonés.

Judai se lo pensó un poco antes de siquiera marcarle el "visto" a su amigo procedente de Europa. Finalmente respondió con un poco de nervios encima.

—Pero promete que estaré a salvo.

Aunque no lo pareciera, a Judai con justa razón le preocupaba el hecho de que un extraño viniese a verle.

Johan le envió al instante un emoticón con muchos corazones alrededor.

—Eso es seguro, Judai. Solamente necesito cinco días. Sí ello no es suficiente para cumplir mi objetivo, prometo que será la última vez que nos hablemos.

Judai asintió inconscientemente.

—Está bien, Johan. No me dejas alternativa. Ya veré qué inventarle a mis padres, así que... Nos vemos.

—Gracias, mi ángel. Hasta mañana, te quiero.♥

De esa manera, ambos cerraron su chat.

El día de mañana podría ser sumamente interesante.

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Dedicado con mucho cariño a SeratSmus nwn/

Sólo Cinco Días (Spiritshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora