Capítulo 3- Fiesta y encuentros

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 Desperté en mi cómoda cama, agradezco a Dylan mentalmente, me hubiera dado pereza tener que moverme. Me quito la ropa quedando solo con la interior. Si, me gusta andar semi-desnuda por la casa, es cómodo, se los recomiendo. Miro mi reloj y me doy cuenta de que son las seis y cuarto. ¿Tanto dormí? Para que fingir, esto para mi no es sorpresa, generalmente duermo toda la tarde.

Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina, me hago un poco de leche de coco con cacao, un jugo de naranja y un paquete de galletas. Ya en el sillón con toda la comida me pongo a mirar Tom y Jerry. Seré infantil pero son los mejores dibujos animados de la historia.

Siento el timbre. Agh. ¿Porqué ahora?

-¿Quien es?- grito, no tengo ganas de pararme.

-Darth Vader- dicen del otro lado de la puerta con voz tenebrosa. 

¿Que mierda?

-¿Quien?- digo de nuevo.

-Yo soy tu padre- vuelve a decir con el mismo tono. Después de unos segundos se escucha una risa- soy Amelia, tu amiga que te va a mear el piso si no le abres la puerta.

Me dan ganas de decirle que no hable así, pero ¿de que me quejo si yo soy aún peor?

-Esta abierto- segundos después veo una cabellera rubia entrar a mi casa y salir corriendo en dirección al baño. Cuando vuelve le hago ceñas con los ojos, entiende y cierra la puerta.

-Perra de mi corazón- chilla mientras se tira de bomba arriba mio. Grito lo mas fuerte que puedo, causando que se asuste y salte.

-¿Qué paso? ¿Te lastime? ¿Estás bien? ¿Hay que llevarte al hosp...- la interrumpo.

-Casi aplastas a mi amor- digo enojada.

-¿La comida es tu amor Mía?- rueda los ojos- da igual a lo que venia, los chicos pasaran por nosotras en dos horas, así que párate nos vamos de fiesta- dice mientas alza sus dos brazos en el aire. 

-Mañana hay clases Amelia.

-En realidad no, hay reunión de maestros.

-Genial- digo mientas me encamino a mi cuarto.

-Me baño- grita ya dentro de este.

Voy a mi ropero, saco un top blanco que deja ver mi piercing del ombligo, un pantalón apretado de cuero y una campera también de cuero, por último para los pies elijo unos tacones tipo bota con cordones. 

-¿Que tal me veo?- dice mi amiga mientas sale del baño para luego dar una vuelta sobre si misma. 

Traía puesto una remera de tiras roja junto con una pollera de tubo negra y en los pies unos tacones blancos.

-Perfecta- le digo riendo.

Ya estábamos listas, por suerte nos había sobrado tiempo. 

Suena el timbre y abro la puerta. Enfrente mio se encuentran tres chicos muy sexys a decir verdad, los cuales se quedan babeando al vernos. Caleb solo observa a Amelia enojado.

-Ya mismo vas a cambiarte. Estas muy chica para andar con cosas cortas- rezonga a su hermana. Esta en respuesta lo ignora olímpicamente.

-Si ya terminaron de mirar creo que deberíamos ir yendo- digo burlona.

-Este...no, eh, digo si, vamos- habla Dylan. Río.

Bajamos del auto y entramos a la casa de Zenda Forest, nada más y nada menos que la más zorra de las zorras, aún que hace unas fiestas muy buenas.

Al entran se puede apreciar la buena música y bueno el habiente no creo que sea necesario describirlo. Me encamino a la barra y le pido al lindo barman un ron con coca-cola para mi y un vodka para Amelia, me lo entrega junto con un papel con su número a lo que en respuesta le guiño el ojo para luego encaminarme a la pista donde se encuentra mi rubia amiga.

Raíces peligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora