[ La Masacre De Haddonfield ]

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La noche había llegado y Alison junto a su amado Michael Myers, se aproximaban a una fiesta de disfraces, no tenían motivo alguno.
El supuesto familiar de Myers resulto ser falso y Alison no tenía a una víctima en la mira directamente, solo, querían matar.

—Eres famoso, cariño —dijo Alison al ver que varios chicos estaban disfrazados me Myers—. No se esperan al verdadero —se ruborizó al imaginar el tono del baile de sangre que comenzarían—. Me a gustado matar —miro al serrucho—.Veamos quien mata mas —dicho esto depósito un beso en la mascara, lo tomo de la mano y entraron.

—Hey —les llamó un chico que estaba en la “puerta” ya que era a la intemperie—. ¿Quienes son?

—Oh disculpa, somos nuevos en el vecindario —hablo Alison tirando un poco de Myers cuando lo vio dispuesto a matar—. No sabíamos que esto era una fiesta privada.

—No te pre... Espera ¡Alison Miller!

—... Te hubieras quedado callado. Michael, todo tuyo.

El chico dio un paso atrás y al girar para correr, Myers lanzó el cuchillo y se clavo en la espalda haciendo que el joven cayera.

—No queremos problemas —Alison se puso su “máscara”—. Dejarlo en las ramas de ese árbol.

Myers obedeció al instante, tomando el cuerpo y lanzarlo al árbol.
Después de esto, ambos entraron el la fiesta, como era de esperar, solo mocosos de universidad, chicas con “disfraces” sexy's, casi o ya de una mostrando los pechos.

—Que asco de gente, considere el olvidar este asunto, pero, ahora disfrutare mas —miro a su alrededor para mirar a una mujer en un auto, no una niña como las de la fiesta. Ella era Elizabeth Grow, la niña que la había retado a invitar a Myers a su fiesta de cumpleaños.

—Mira —señalo a la mujer que estaba leyendo una revista—. Dejemos lo mejor para el final.

Myers, permaneció en silencio junto a Alison, cuando las personas se acercaban a elogiar sus disfraces, Alison contestaba por ambos, diciendo que su pareja era mudo, para evitar mas preguntas. Pasaron unas cuantas horas, se comenzaban a aburrir. Eran las dos de la mañana y la mayoría de los jóvenes se habían ido, no a sus casas sino a algún sitio cercano o a los coches a tener sexo.

—Vamos a comenzar la verdadera fiesta —dijo para mirar a sus alrededores—. Amor, ¿Puedes acabar con los malos niños? —Myers asintió—. Muchos se fueron a los autos, otros a los baños públicos y otros están regados por allí. Confió en ti, yo me encargo de esa mocosa.

Se separaron, Myers obedeció a su psiquiatra, comenzando a matar a los que estaban alejados.

—Toc, toc —dijo Alison al golpetear la ventana del auto.
La mujer bajo un poco el vidrio.
—¿Se te ofrece algo?
—Solo me aburrí de la fiesta, soy nueva en el vecindario, pensé que seria mas de adultos y menos de niños con las hormonas alteradas.
—Oh, es un gusto —bajo mas el vidrio—. Yo soy la madre del organizador, se que se comportan algo locos, Hey pero yo también lo hice a sus edades.
—Ya soy una mujer adulta, no una de ellos.
—¿Gustas tomar asiento? —abrió la puerta dejando que la mujer con disfraz de enfermera entrara.
—Lindo auto —dijo Alison al inspeccionar—. No creó poder tener uno igual.
—Oh, perdona, ya estamos en confianza y no te e dicho mi nombre —tendió su mano en gesto de saludo—. Soy Elizabeth Grow, mis amigos me dicen Eli.
—El gusto ed mio querida ¿Puedo preguntar algo?
Elizabeth asintió
—¿En verdad pensaste que Myers y yo, no te odiariamos?
—De-¿De que hablas?

—Nada importante, querida, solo que una estupidez, algo nada importante acabara contigo... Amor, yo me encargó.
Elizabeth, miro a sus espaldas y dio un aturdidor grito al mirar al asesino de Haddonfield tras su ventana.
—Oh por favor —Alison llamó su atención y la mujer la miro
—A-Alison...
Alison dejo ver el serrucho—. Dulce o truco.

Fuera en la fiesta los pocos que seguían en grupo, bailando y disfrutando de la fiesta no se abrían enterado de lo ocurrido, pero a Alison le gustaba hacerse ver.
Los invitados comenzaron a aplaudir cuando las mayas de alambre alrededor se encendieron.
—Buenas —hablo Alison al tomar el micrófono—. Espero que se estén dividiendo.
Todos asintieron con un grito fiestero.
—Pero lamento decirles que esto llego a su fin. Miraron las luces ¿Verdad? Bueno, les informo que solo hay dos formas de salir.
Muriéndose electrocutados o —Alison se quito aquella mascara—, muriéndose a manos del mejor asesino de Haddonfield y su compañera.

—¡Myer...! —grito uno al fondo pero quedo mudo al momento que un filoso cuchillo atravesó su garganta.
Los gritos emanaron al instante, todos corrían y los que olvidaron el alambre eléctrico, acabaron allí.
Los siguientes en caer fueron los que intentaron ser valientes al atacar a Michael.
Alison disfrutaba esto, sentada en la orilla del escenario hasta que alguien la tomo del cabello y la jalo hacia atrás.

—¡Alison Miller! —miro a una mujer policía— ¡Quedas arrestada!
—¿Que? —Alison tiro una patada que solo sirvió para que la soltaran y se incorporó para tomar firmemente su arma—. Yo tengo la ventaja aquí —dijo al notar que aquella mujer no tenía armas.
—¡Estas realmente loca! —se dio la vuelta para huir pero Myers ya se encontraba a sus espaldas, le importo mas el ir con Alison que continuar con los otros, los cuales algunos si lograron escapar.

—Vamos, Michael, mata a esta entrometida.
—¡Mis compañeros están en camino!
—A quien le importa tus compañeros, ya no estaremos aquí cuando eso pace y tu estarás del otro lado.
—Myers ¿Verdad? —la mujer comenzó a hablar con el asesino—. Se que tal vez los dos no me recuerdan. Soy Gabriela, la vecina de Alison cuando niñas.
—Gabi... —Alison se sacudió la cabeza—. Nunca fuimos amigas, no me duele que mieras. ¡Myers, se rápido!
—¿Te gusta que te de ordenes? —continuo Gabriela hacia Myers—. ¿Quien te asegura que no te esta usando?

—Gabriela... ¡Calla!
—No lo haré. Myers, ella es una psiquiatra, una loquera, solo te esta usando para su beneficio.
—Myers, ella esta loca, tu me interesas, te amo, Myers.
—Quieres saber lo que dice su diario del psiquiátrico —tras esta repentina agregación, Alison se sobre salto—. Myers, tu le interesas, pero solo para jugar ¿Aun tienes algo de humanidad, Michael? Entonces, no seas solo un loco asesino y di algo.

Myers, se aproximo a las dos mujeres, silencioso como siempre.
Elevo el cuchillo las dos mujeres estaban una al lado de la otra, Alison con una sonrisa, sabia que Myers la amaba y no le haría daño.

—Bien hecho Michael —dijo Alison alegremente cuando el mencionado clavo el cuchillo en el cráneo de la otra mujer, haciendo que esta fuera al suelo—. Tenemos que ser rápidos, los demás vienen en ca... —Alison no termino de hablar, Michael Myers, la había tomado por el cuello y la elevo.

—Ba- bajame —se esforzó Alison—. My-Myers... No... ¡¿Me amas?!

Myers, aflojó su agarre.
—Vamos, vamos, solo aslo, sueltame.

Tras esas palabras, el enmascarado volvió a sujetarla fuertemente, tomo su cuchillo y al arrancarlo del cráneo de Gabriela, la sangre comenzó a brotar lentamente.
Myers elevó el cuchillo y sin piedad lo clavo en el hombro de la ex psiquiatra, haciendo que diera un desgarrador grito. Sin tener consideración miro a su alrededor. Fuego, en la única antorcha que seguía encendida, camino hacia ella y el rostro de Alison hizo contacto con la llama.

—¡Myers! —grito desesperada, para dar una patada en la entrepierna de Michael, el cual la soltó.
Alison, se quito el cuchillo y lo lanzo al suelo. Corrió a meter su cabeza en el ponche frío.
Al elevarla, tomó uno de los relucientes platos y miro su rostro, quemado. Todo su perdió izquierdo y su cabello chamuscado.
Myers, se miro a través del reflejo así que esquivo su golpe que rompió la mesa, Alison fue rápidamente al lado del cadáver de Gabriela para tomar las llaves del auto de policía y hablando de, las sirenas de los coches de policía se escuchaban cada vez mas alto.

Alison bajo rápidamente del escenario para ir al airó de policía entrar y encenderlo, antes de partir sintió que la observaban.
—Te amo, Michael Myers —dijo Alison al verlo al lado de la ventana, dudando si atacar o no y Alison partió del lugar a toda velocidad, dejando atrás la a Myers, los cadáveres, las autoridades, las casas y al final el pueblo de Haddonfield.

Halloween: Psicología HomicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora