Ese maldito maricón era capaz de haberle contado a Harry todo, en realidad no sé con cual versión, pero de algo estaba segura, Harry se enteraría de la verdad, de absolutamente toda la verdad.
-Creo que no te contó absolutamente todo- sentencié.
-Yo confio en sus palabras, pero de verdad gracias -¿gracias?
-No te entiendo, ¿podrías decirme que fue lo que él te dijo? -pregunté esperando alguna explicación.
-¿Acaso eres olvidadiza? -dijo riendo.
-Solo dime- exclamé.
-Bueno-suspiró- me dijo que lo encontraste en la heladería de por aquí, que charlaste con él un poco enfadada por haberme hecho daño, poniendome contra la espada y la pared y que le explicaste que entre tu y yo solamente habrá amistad -dolió- y que decidieron aceptarse el uno al otro para que yo sea feliz-terminó de explicar.
-Con que eso pasó,¿no? -reí por lo bajo.
-¿Pasó algo más? -preguntó.
-No, fue exactamente como el dijo- un trato era un trato y no arruinaria mi amistad con Harry solo por mis estúpidos sentimientos, solo espero que cuando se entere no se enfade.
-Descansa -besó mi cabeza- de una vez te aviso que no me moveré de aqui, así que me aguantas toda la noche, quieras o no- por mi, que se quedará junto a mi toda la vida.
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A la mañana siguiente pude ver a Harry dormido a mi lado, tan hermoso, tan perfecto, cada facción, su rostro, su respiración, podría mirarlo todo el día y siempre encontraría algo más por admirar y desear, todo este hombre, este buen y precioso hombre, lamentablemente, le pertenece a ese maricón y podría no ser así, pero no tenía el coraje suficiente.
-¿En qué tanto piensas? -dijo de pronto, haciendo que diera un pequeño salto sobre la cama.
-No tiene importancia -dije sonriendole.
-¿Cómo es que no te ves fea por la mañana? -preguntó riendo.
-¿Debería verme fea? -dije haciendome la ofendida.
-Todos amanecemos feos por la mañana y tu eres totalmente lo contrario-dijo serio, como si en realidad fuera verdad.
-Gracias, supongo-reí nerviosa.
-Cuentame del muchacho- dijo de la nada.
-¿Cuál muchacho? -lo miré de pronto.
-En el que tanto piensas -sonrió.
-No pienso en ningún muchacho -exclamé.
-______ te conozco, dime ahora, soy tu mejor amigo, debes contarme esas cosas -debía aceptar, aunque sería un tanto anónimo.
-Este chico, será anónimo- le sonreí- pero es tan perfecto, adorable, lo que siempre he soñado, pero tiene novia -novio- y ya -reí suspirando.
-Debería ser demasiado tonto como para no estar contigo-dijo tierno.
-¿Por qué? -pregunté deseando que siguiera igual de lindo.
-Si yo fuera él, no perdería semejante oportunidad -sonrió.